Según la Real Academia Española (RAE) la pobreza es cuando no se tiene lo necesario para vivir y en Nicaragua los salarios no alcanzan para comprar la canasta básica, lo que una familia necesita para subsistir.
El precio de la cesta supera los 500 dólares y la paga mínima apenas ronda los 300 dólares en promedio. La canasta básica ha mantenido una tendencia creciente, mientras que el poder adquisitivo de los nicaragüenses cada día se mantiene estático o se reduce.
La corrupción, falta de inversión en infraestructura y servicios públicos ha llevado a Nicaragua a una crisis económica y por ende un aumento en la pobreza.
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En 2018, la pobreza del país se estimaba en 27 % y aunque el gobierno dice que ha reducido la brecha, el Plan Estatal de Lucha contra la pobreza 2022-2026 del régimen, señala que la pobreza general es del 24.9 % con una pobreza extrema del 17,2 %.
Estado incapaz
Según el economista Marco Aurelio Peña, la estructura económica nicaragüense acarrea, desde hace mucho tiempo, un segmento bastante amplio de personas en condición de pobreza y pobreza extrema.
«Llega un momento que el número es tan amplio que es difícil reducirlo. Significa que la estructura económica no pudo reducirlo y la generación de empleo no hace posible que la pobreza se reduzca drásticamente», explicó.
El experto manifestó que para la reducción de la pobreza se debe tomar en cuenta la calidad del crecimiento económico, el sistema educativo que no empuja a la ciudadania a emprender y que por sí mismo lleven a cabo su proyecto personal y generen empleos para reducir la pobreza.
«No solo es el Estado el responsable, sino también que las personas que deben aportar a la reducción de la pobreza. El Estado por si solo es incapaz de reducir la pobreza», manifestó.
Inestabilidad política
Otro de los factores que estancan la reducción de la pobreza y repercute en el crecimiento económico es la inestabilidad política y social de Nicaragua. El economista asegura que el país tiene historia del establecimiento de regímenes políticos antidemocráticos y esto hace que el mercado funciones de manera inadecuada.
Además, que esto evita que las fuerzas del mercado despliegue su potencial dinámico e innovador debido a las condiciones pocos propicias para que se oriente el crecimiento hacia el desarrollo económico.
«En un país pequeño como el nuestro lo que sucede en la esfera política repercute directamente y negativamente en la actividad económica y en el nivel de vida de las personas. Esto determina que los nicaragüenses tengan segmentos considerables en la pobreza», analizó.
Régimen culpa de la pobreza a los opositores
En 2021 la vocera del régimen y vicedictadora, Rosario Murillo, culpó a los opositores y las protestas sociales de 2018 como los causantes de la crisis socioeconómica y la pobreza que ha prevalecido en el país durante más de una década de su administración.
En ese momento Murillo prometió que seguirán «avanzando para luchar contra la pobreza, para dejar atrás el odio que atrasó los avances contra la pobreza, (nos) atrasó el odio que se encarnó en seres destructivos, el odio que cegó alguna gente, atrasó los programas, los proyectos».
«Nuestro talento natural y nuestro buen corazón llenos de esperanza, nos ha permitido avanzar y seguir luchando contra la pobreza y seguir luchando contra la pobreza espiritual y la precariedad espiritual y la falta de carencia de sensibilidad, de solidaridad, de amor al prójimo, lo que llamamos indiferencia y exclusión», añadió.
País con más hambre
Nicaragua es el país que más hambre sufre en toda Mesoamérica, según revela un informe 2022 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). Esta organización y la administración sandinista firmaron en mayo de ese año un «Nuevo Marco de Programación País 2022-2026», por un monto de 67,3 millones de dólares.
Las cifras oficiales indican que la reducción de la pobreza ha sido mínima y basada más en las remesas de los migrantes que por las políticas económicas. La crisis sociopolítica ha desencadenado una masiva migración, lo que ha permitido un aumento del envíos de dinero.
Nicaragua recibió 3 mil 224,9 millones de dólares en remesas en 2022, un 50,2 % más que lo percibido en 2021. De ese total 2 mil 469,7 millones de dólares provinieron desde los Estados Unidos, el principal destino de los exiliados y migrantes nicaragüenses. Estos más de 3 mil millones de dólares representan el 23 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Las cifras oficiales
La economía de Nicaragua creció 3,8 % en 2022, subió un 10,3 % en 2021, dos años de números positivos después de tres años seguidos de cerrar con saldo en rojo, según el Banco Central. El PIB se había contraído en un promedio de -3,03 % anual en el período 2018-2020.
El PIB decreció un 2 % en 2020, producto de la pandemia de la covid-19 y los daños causados por los huracanes Eta e Iota, en noviembre de ese año, según la autoridad monetaria. En 2019 cayó un 3,7 % y un 3,4 % en 2018, por la crisis sociopolítica que afecta al país desde hace cinco años.