El Gobierno de Pedro Sánchez anunció que ha extendido su oferta de otorgar la nacionalidad española a los últimos 94 ciudadanos nicaragüenses a los que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo decidió arrebatarles ese derecho el pasado, 15 de febrero, señalándolos del delito de «traición a la patria».
La noticia fue dirigida por el ministro de Exteriores José Manuel Albares al escritor nicaragüense Sergio Ramírez, que reside en el país europeo debido a la persecución impuesta por la dictadura de Nicaragua.
«El ofrecimiento está ya, por decirlo de alguna forma, en vigor. El trámite que se utilizaría es el de otorgamiento de la nacionalidad española por carta de naturaleza para evitar que queden apátridas. Y es una decisión gubernamental que tardaría muy poco tiempo», anunció Albares.
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«También nos ofrecemos a que España acoja a cualquier otro preso que se encuentre todavía en estos momentos en la misma situación que estos, que acaban de ser liberados. Y les anuncio que el Gobierno ofrece la nacionalidad española a estos 222 presos liberados ante las noticias de que se ha iniciado el trámite para declararlos apátridas», añadió el funcionario español.
El Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (Calidh) afirma que esta situación impuesta por el régimen a ciudadanos nicaragüenses constituye un crimen de lesa humanidad, también observa que jurídicamente es imposible imponer esta pena.
«El reconocimiento de la nacionalidad nicaragüense por los Estados democráticos comprometidos con el restablecimiento de la democracia y los derechos humanos en Nicaragua redundará en que este pretendido despojo, quede como actos unilaterales y contrarios del orden internacional», expresa Calidh.
Según una resolución del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), actualmente son 317 los nicaragüenses que fueron declarados «traidores de la patria» y «prófugos de la justicia». Además, se ordenó la confiscación de todos sus bienes en el país.
Entre los nuevos afectados por las leyes represivas de la dictadura están la doctora Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh); Arturo McFields, el exembajador de Nicaragua ante la OEA; Yader Morazán, exfuncionario del Poder Judicial; Rafael Solís, exmagistrado y padrino de bodas de Ortega y Murillo.
Igualmente, fueron expatriados los escritores galardonados Sergio Ramírez y Gioconda Belli, actualmente exiliados en España. También le arrebatan la nacionalidad al periodista Camilo de Castro Belli, hijo de la poeta Belli. Además, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez y una docena de periodistas.