El padre Pedro Méndez, párroco de la iglesia Santa María Magdalena, fue objeto de amenazas por parte del comisionado general Juan Antonio Valle Valle, nuevo director de la estación policial de Masaya, así lo informaron fuentes cercanas al prelado.
Los hechos se registraron cuando el cura estaba celebrando misa el pasado 17 de julio, y en su homilía recordó el «plan limpieza» ejecutado hace cuatro años por la Policía y paramilitares, profanando el templo y agrediendo al sacerdote.
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La molestia del nuevo director de la Policía de Masaya se originó luego que el padre expresara que esa fecha no podía pasar desapercibida, «porque le doy gracias a Dios que ya han pasado cuatro años de todo lo vivido un 17 de julio del 2018». Las declaraciones del religioso quedaron grabadas en la página de Facebook de la Cofradía de San Lázaro.
«Es bueno perdonar, pero uno se pone a pensar hasta dónde va a llegar todo esto. Como humanos tenemos nuestro propio criterio y pensamiento, lo cual debemos respetar. Este es el cuarto aniversario de la profanación militar y paramilitar contra este templo», agregó.
Recalcó que el plan de Ortega «de vamos con todo», ocasionó que la iglesia Magdalena quedara destruida. «Como párroco digo esto porque yo sí lo viví. Miré cómo profanaron el templo, me golpearon cobardemente», subrayó.
«Dios salvará a nuestra Nicaragua y liberará a todos los presos políticos que están en la cárcel solo por pensar distinto. Debemos también de orar por todos los exiliados que no tienen por qué estar desterrados en otros países», afirmó.
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Además hizo hincapié que la Policía de Ortega ha asediado constantemente el templo y ha preguntado acerca de su labor pastoral. «Hace unos días los hermanos policías anduvieron preguntando que quién administra aquí, que por qué a cada momento nos reunimos. Creo que esas cosas pasan de sus límites, porque la Constitución dice que hay libertad religiosa», reprochó.
Sacerdote objeto de amenazas por parte de Valle Valle
Según la fuente consultada en condición de anonimato «una vez que culminó la homilía del padre, el comisionado (Juan) Valle Valle entró a la iglesia y le advirtió que «anduviera con cuidado, porque pronto iba a caer al igual que otros sacerdotes».
«El oficial también dijo que después de sacar al padre Harving —Padilla— de la iglesia San Juan, ahora voy a ir a sacar a ese otro padre hijo de la gran puta de Monimbó», dijo la fuente.
A pesar de las amenazas por parte del régimen de Ortega y al constante asedio a la Iglesia, el padre Méndez continúa frente a la parroquia María Magdalena. «El padre sigue firme trabajando, no hay información de un posible trasladado; él ha dicho que sigue al lado de su pueblo Monimbó», refirió una fuente cercana al religioso.
El párroco de Monimbó tiene 23 años de ministerio sacerdotal, y ocho de estar al frente de la Iglesia María Magdalena. Masaya es una de las ciudades donde más profanación a los templos y agresión a sacerdotes ha ejecutado al dictadura de Nicaragua. Con la llegada del comisionado Juan Valle Valle, el hostigamiento a opositores ha incrementado.