El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo autorizó la novena visita a los presos políticos que guardan prisión en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocido como «El Nuevo Chipote». Los familiares de los detenidos han demandado un calendario de visitas regulares.
Después de más de 40 días sin ver a sus esposos, esposas, padres, madres y hermanos, los parientes de los rehenes de conciencia podrán verlos nuevamente y conocer su estado de salud, ya deteriorado por las condiciones inhumanas del cautiverio al que son sometidos.
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Una fuente reveló a Artículo 66 que los familiares de los presos políticos fueron llamados «a quemarropa» una hora antes de la visita. En las ocasiones anteriores les avisaban con un día de antelación la hora que debían estar en las instalaciones de «El Chipote» para tener el encuentro con sus parientes.
«Ya llevamos 40 días sin saber nada de nuestros familiares Presos en El Chipote. Están nuevamente #incomunicados y aislados del Mundo. #AltoALaTortura Sus vidas corren peligro. #LibertadParaLosPresosPoliticos», escribió este viernes, 22 de julio, Berta Valle, periodista, activista y esposa del aspirante presidencial preso, Félix Maradiaga.
Este día recibieron la visita de sus familiares los presos políticos Juan Sebastián Chamorro, aspirante presidencial; el empresario Luis Rivas Anduray; el expresidente del Cosep, José Adán Aguerri; la opositora Violeta Granera y Tamara Dávila, activista política y miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab).
La mayoría de los presos políticos detenidos en «El Chipote» lleva más de un año en cautiverio en ese sitio donde reciben torturas, según han denunciado sus familiares. Más de 40 opositores fueron aprehendidos entre mayo y octubre del año pasado, en la víspera de las elecciones presidenciales donde Ortega se reeligió con todos sus oponentes en la cárcel.
El Mecanismo de Reconocimiento de Personas Presas Políticas registra más de 190 opositores detenidos en el contexto de la crisis sociopolítica que azota al país desde abril 2018.