Después de 189 días detenidos por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, Michael Healy y Álvaro Vargas, presidente y vicepresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), respectivamente, serán sometidos a un juicio político este jueves, 28 de abril.
Ambos dirigentes gremiales de la principal patronal del país son señalados por el Ministerio Público por los supuestos delitos de «menoscabo a la integridad nacional» por haber «atentado contra los derechos del pueblo y de la sociedad nicaragüense».
A finales de enero trascendió que el régimen habría levantado los cargos de lavado de dinero contra los dos empresarios. Esa información la reveló César Zamora al pleno del Cosep en una reunión ordinaria. Después de conocerse esa información, el proceso penal contra los presos políticos está en pausa y el hermetismo de sus familiares es mayor.
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«El abogado Enrique Genie y don César Zamora tuvieron oportunidad de conversar con don Michael (Healy), José Adán (Aguerri) y don Álvaro (Vargas), y les comunicaron que Cosep y sus cámaras estamos con ellos. Piden que se les ayude. En la conversación le informaron que César Zamora y Alfredo Cuadra estaban coordinados con Cosep», se lee en la memoria de la reunión.
En ese mismo encuentro, Zamora aclaró que está listo para una «negociación» con el régimen Ortega-Murillo para lograr la liberación de José Adán Aguerri, Healy y Vargas. «Hoy tenemos que hablar de una negociación, diálogo, encuentro, todo debido a tres amigos que están desesperados y nos debemos a ellos», dijo.
Michael Healy y Álvaro Vargas fueron detenidos el 21 de octubre de 2021. Healy fue citado a la Fiscalía para una «entrevista» en el caso de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), ese mismo día fue detenido minutos después de rendir declaración ante las autoridades orteguistas.
El empresario estaba incrédulo cuando los medios le consultaron si no tenía temor de ser apresado por el régimen después de la entrevista, como pasó con los presos políticos Mauricio Díaz y Félix Maradiaga, entre otros. Healy dijo: «No creo que me lleven detenido», esas fueron, públicamente, sus últimas palabras.