La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo oficializó este jueves 15 de mayo un profundo reacomodo en el sistema universitario público de Nicaragua, marcando un nuevo capítulo en el desmantelamiento del Consejo Nacional de Universidades (CNU) con la creación de un nuevo órgano: el «Consejo Nacional de Rectores de Universidades Públicas», integrado exclusivamente por figuras alineadas al régimen, bajo control financiero directo del Estado y sin mencionar si sustituye formalmente al CNU. En paralelo, relegó a la defenestrada expresidenta del CNU y exrectora de la UNAN-Managua, Ramona Rodríguez, a una instancia inexistente hasta ahora: una “Coordinación de Extensión Universitaria y Centro Nacional de Capacitación de Emprendedores La Sandino”, que será «instalada» el próximo domingo.
El anuncio fue hecho por la vocera oficial y vicedictadora Rosario Murillo, en su alocución meridiana que transmite por los medios oficialistas. Murillo leyó una nota, supuestamente, de la Secretaría Jurídica de la Presidencia. En ese documento, el régimen justifica la reestructuración como parte del «reordenamiento institucional» del sistema universitario. Sin embargo, el fondo es el desmantelamiento práctico del CNU y la imposición de un nuevo aparato de control político y financiero sobre las universidades públicas.
«Se crea el Consejo Nacional de Rectores de Universidades para atender todos los temas relacionados con la academia y las extensiones universitarias de sus distintas modalidades, así como el desarrollo de las diferentes profesiones y carreras», dijo Murillo, al leer la disposición del régimen. Según lo anunciado, este nuevo Consejo estará integrado por las rectoras y rectores actuales de universidades públicas controladas por el orteguismo, entre ellas la UNAN-Managua, la UNAN-León, la UNI, la UNP, la UNA y otras universidades creadas o confiscadas tras el cierre de centros de estudios privados.
El régimen también estableció que «todos los temas de presupuesto y administración del Consejo Nacional de Rectores serán regentados y auditados por la Procuraduría General de la República y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público», lo que representa una intervención directa y total del aparato estatal en la gestión financiera universitaria.
Murillo, no tuvo empacho en aceptar su afán de centralización y control de toda la estructura universitaria del país. «Vamos avanzando en concentrar las funciones y tareas para mejorar y perfeccionar el servicio que debemos a nuestro pueblo. Y en este caso, en un ámbito prioritario para el desarrollo… la educación superior en todas sus expresiones y modalidades», dijo la portavoz de la dictadura.
En cuanto a la estructura administrativa del nuevo Consejo, se indicó que «la Secretaría Técnica Especializada» —un órgano que aparentemente sustituye el rol de la antigua Secretaría Técnica del CNU— será asumida por Bismarck Santana, descrito por Murillo como «héroe de las luchas estudiantiles», y exdirigente del oficialismo en el movimiento estudiantil universitario.
Ramona Rodríguez, «expulsada» hacia una instancia inventada
Entre las sorpresas del anuncio, destaca la creación de una nueva entidad bautizada como «Coordinación de Extensión Universitaria y Centro Nacional de Capacitación de Emprendedores LA SANDINO», una estructura que hasta el momento no existe y que, según Murillo, será «instalada» el domingo 18 de mayo. La figura designada para dirigirla es precisamente Ramona Rodríguez, quien fue removida abruptamente del CNU y de la rectoría de la UNAN-Managua hace apenas unas semanas, en una purga interna que también barrió con su círculo de confianza, incluyendo al exvicerrector de la UNAN-Managua, Luis Alfredo Lobato Blanco y a la exdirectora de Gestión del Conocimiento del CNU, Gilma Romero. Estos dos últimos son un matrimonio.
«La profesora y doctora Ramona Rodríguez Pérez ha sido designada como Coordinadora de la Extensión Universitaria y Centro Nacional de Capacitación de Emprendedores, que llamamos LA SANDINO, y que será instalada, lanzada, este domingo 18 de mayo», anunció Murillo, explicando que el nombre rinde homenaje a Augusto C. Sandino, el símbolo patriótico que el régimen ha manipulado para su propaganda.
El nuevo modelo impuesto por el orteguismo entierra así el esquema anterior de autonomía universitaria que, aunque ya erosionado tras la cancelación de universidades independientes y la confiscación de varias de ellas, seguía simbolizado en el CNU. La creación de este Consejo de Rectores, junto con la Secretaría Técnica y el control financiero estatal, constituye una reconfiguración total del sistema universitario bajo las órdenes de la Presidencia.
Hasta ahora, la dictadura no ha informado expresamente si el CNU ha sido eliminado o absorbido, pero todo apunta a su disolución total y definitiva.
Confirma a la nueva rectora de la UNAN-Managua
La vocera gubernamental Rosario Murillo también confirmó este jueves la designación de Ángela Rosa Munguía Beteta como nueva rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-Managua, cargo que ocupaba hasta hace pocas semanas Ramona Rodríguez. Aunque el régimen no había oficializado su defenestración, desde el pasado fin de semana este medio de comunicación había informado, con base en fuentes ligadas tanto al CNU como a la UNAN-Managua, que Munguía Beteta sería impuesta como nueva autoridad.
De hecho, antes del anuncio oficial, el régimen ya había empezado a presentar públicamente a Munguía Beteta como la rectora de la UNAN-Managua en distintas actividades institucionales, dejando en evidencia que Ramona Rodríguez había sido desplazada sin mediar explicación pública. La confirmación de su nombramiento este jueves reafirma el control vertical que ejerce la dictadura sobre el sistema universitario, donde los reacomodos se ejecutan de facto y se oficializan solo cuando ya han sido asumidos internamente por las estructuras de poder.