La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo anunció este jueves la creación de una nueva y desconocida institución a la que han bautizado como «Coordinación de Extensión Universitaria y Centro Nacional de Capacitación de Emprendedores La Sandino». Esta entidad, que aún no existe legalmente ni cuenta con una estructura definida, será supuestamente lanzada el próximo 18 de mayo y estará bajo la dirección de la defenestrada expresidenta del CNU y exrectora de la UNAN-Managua, Ramona Rodríguez Pérez.
El anuncio fue hecho por la vicedictadora Rosario Murillo, quien se limitó a decir que el centro tendrá como objetivo capacitar a «trabajadores y emprendedores» en distintas especialidades.
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«El 18, La Sandino, coordinadora, la profesora Ramona Rodríguez Pérez. Ahí está bien, vamos a estar reconociendo el derecho de trabajadores y emprendedores a capacitarse en todas las especialidades que permitan tecnificar y ampliar, ampliar y tecnificar su conocimiento para mejores rendimientos en todos sus empeños», afirmó Murillo en su alocución, sin ofrecer detalles sobre el marco legal, financiamiento o funciones concretas de la nueva entidad.
El anuncio ha generado más dudas que certezas. Hasta ahora, no existe ningún documento oficial que establezca la creación formal de esta instancia, ni se conoce cuál será su lugar dentro del ya fragmentado andamiaje institucional del régimen. A todas luces, se trata de un órgano inventado, improvisado para otorgar una salida simbólica a Rodríguez, quien fue removida recientemente sin explicación oficial tanto de la rectoría de la UNAN-Managua como de la presidencia del CNU.
Además, el supuesto enfoque en “emprendimientos” que tendría esta nueva entidad choca directamente con otras estructuras ya impuestas por el orteguismo en ese mismo ámbito, muchas de ellas también sin coordinación clara. Entre ellas destacan la Comisión Nacional de Economía Creativa, controlada por Camila Ortega Murillo, hija de la pareja dictatorial; el programa «Nicaragua Emprende», dirigido por su nuera Xiomara Blandino; y más recientemente, el Ministerio para la Promoción de Emprendimientos, creado mediante una reforma a la Ley de Organización del Poder Ejecutivo y anunciado el 14 de enero de 2025, tras la eliminación de funciones del extinto Mikisterio de Economía Familiar Comunitaria, Cooperativa y Asociativa (MEFCCA).
Este nuevo «cargo» para Ramona Rodríguez surge justo cuando el régimen ha desarticulado toda su estructura de poder en el sistema universitario, incluida la Secretaría Técnica del CNU, antes dirigida por Jaime López Lowery, y la oficina de Gestión del Conocimiento del CNU, dirigida por Gilma Romero. Ahora, Ortega y Murillo impulsan un nuevo «Consejo Nacional de Rectores de Universidades» bajo control político directo, cuya Secretaría Técnica estará a cargo de Bismarck Santana y cuyos fondos serán administrados por la Procuraduría General de la República y el Ministerio de Hacienda.
Con este panorama, la creación de «La Sandino» parece más una salida decorativa para justificar la caída de Rodríguez, que una verdadera institución con funciones claras o relevancia estratégica. En el fondo, se trata de una figura institucional inventada para relegar a quien hasta hace poco fue el rostro visible del aparato universitario del orteguismo, mientras el control del régimen sobre la educación superior se profundiza bajo nuevas fachadas.
