El exembajador de Estados Unidos en Nicaragua, Kevin K. Sullivan, anunció oficialmente su retiro del Servicio Exterior del Departamento de Estado tras tres décadas de trayectoria diplomática. El anuncio lo hizo público a través de su cuenta en la red social LinkedIn, donde compartió un mensaje de despedida en el que reflexiona sobre su carrera, los valores que lo guiaron como diplomático y su convicción en el poder transformador de la democracia y la cooperación internacional.
«Esta semana culminé una gratificante carrera de tres décadas como funcionario del Servicio Exterior del Departamento de Estado», escribió Sullivan. El ahora exdiplomático agregó que se siente «profundamente agradecido por el extraordinario privilegio de servir y representar al pueblo estadounidense bajo siete presidentes diferentes, en ocho embajadas de África y América Latina», incluyendo su rol como embajador en Nicaragua, jefe de misión interino en Argentina y en la Organización de Estados Americanos (OEA), así como en puestos de alto nivel en Washington.
Sullivan fue embajador en Managua entre 2018 y 2021, un período marcado por la escalada represiva del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo tras la rebelión cívica de abril de 2018. Durante su estancia en Nicaragua, el diplomático enfrentó una de las etapas más complejas de las relaciones bilaterales, abogando públicamente por la restauración de la democracia, el respeto a los derechos humanos y la liberación de los presos políticos.
Una de las gestiones más destacadas de Sullivan —reconocida incluso por opositores nicaragüenses— fue su papel protagónico en la operación que permitió la excarcelación y destierro de 222 prisioneros políticos en febrero de 2023. Aunque él ya estaba concluyendo su misión en Managua en ese momento, fue uno de los arquitectos clave de las negociaciones con el régimen de Ortega que permitieron dicha liberación.
«Siempre me motivó en mi carrera un profundo amor por mi país y por los valores democráticos que nos definen», escribió Sullivan en su carta de despedida. También sostuvo que su misión como diplomático estadounidense fue «hacer todo lo posible para garantizar que Estados Unidos continúe prosperando en un entorno global en constante cambio y siempre desafiante», afirmando que esa convicción no se basaba únicamente en patriotismo, sino en «tener algo especial que ofrecer a las personas en todas partes del mundo».

Reconociendo los desafíos de la diplomacia, Sullivan admitió que «no siempre ha sido fácil, y no siempre hemos hecho todo bien», pero destacó los avances sustantivos que ha visto bajo distintas administraciones, tanto demócratas como republicanas. Entre ellos mencionó el impulso al comercio y la inversión, la cooperación en seguridad contra el crimen organizado y el extremismo, la reducción de la pobreza, la atención a emergencias de salud global, la lucha contra el cambio climático y la defensa de los derechos humanos frente a dictaduras.
«Ha sido un honor para mí formar parte en la construcción de la política exterior y la diplomacia de Estados Unidos», afirmó. Aseguró que, aunque se retira del servicio gubernamental, continuará promoviendo el trabajo de los diplomáticos estadounidenses y explicando cómo la asistencia exterior y las inversiones en el extranjero «hacen la vida más próspera y segura para el pueblo estadounidense que las financia, así como para la comunidad global de la que inevitablemente formamos parte».
El mensaje de Sullivan ha generado reacciones de agradecimiento por parte de voces relevantes del exilio nicaragüense. Uno de los primeros en pronunciarse fue el cronista deportivo y ex prisionero político Miguel Mendoza, quien fue parte del grupo de 222 liberados en febrero de 2023.

«Un enorme agradecimiento al exembajador de EE. UU. en Nicaragua, Kevin Sullivan, que después de 30 años de carrera en el Servicio Exterior del Departamento de Estado, anuncia que se retira para tomarse una pausa y recargar energías», escribió Mendoza en su cuenta de Facebook. Agregó: «A Sullivan siempre le estaremos agradecidos por el enorme esfuerzo y empeño que puso por nuestra liberación. Que Dios lo bendiga a donde la vida lo lleve».
Kevin Sullivan concluyó su publicación expresando que se tomará un tiempo para «recargar baterías» y explorar nuevas maneras de contribuir a la política pública, promover oportunidades en el sector privado y formar a la nueva generación de líderes. «Gracias a todos con quienes he tenido el placer de trabajar en estos años en el Departamento de Estado, especialmente a quienes me guiaron en el camino. ¡Espero mantener el contacto!», concluyó.