El Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE), en entrevista con medios locales, informó que el sector enfrenta graves pérdidas que han sido ocasionadas por eventos climáticos que se presentaron a finales del año pasado y por falta de mano de obra de origen nicaragüense, la cual fue causada por las recientes reformas a la Ley General de Migración, aprobadas por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Mullo.
Martín Hidalgo, gerente técnico de ICAFE, afirmó que las primeras afectaciones registradas por el sector estuvieron vinculadas a los eventos climáticos que se presentaron entre noviembre y diciembre del año pasado, entre esos una onda tropical, un huracán y zona de convergencia, que «tuvo un impacto a nivel nacional, afectando prácticamente todas las zonas del país».
«Tuvimos la evaluación de frutos caídos en ese momento, con daños bastante altos, por ejemplo, en la zona de Pérez Zeledón y Los Santos, en ese momento estimamos una pérdida de unas 230 mil fanegas caídas al suelo», detalló.
El funcionario destacó que también identificaron afectaciones por caída de fruto de café en la zona de Los Santos, Valle Occidental y Valle Central, aunque explicó mucha de esta «no se ha contabilizado».
Café se pierde por falta de recolectores
Hidalgo además afirmó que las afectaciones también se dan, como segundo factor, «principalmente a los problemas de mano de obra que se presentaron a raíz de la nueva política del Gobierno de Nicaragua, en el que se establecía algunas acciones para todos aquellos trabajadores que estaban involucrados en la cosecha, que no tuvieran un estatus regularizado en el país».
«Todo eso generó una salida bastante grande y provocó que la velocidad de recolección se viera afectada y por ende los eventos de lluvias que se han presentado en este mes de diciembre generara la caída importante del grano», añadió Hidalgo.
Los reportes que tenemos es de cerca de un 10 o 15 por ciento de caída de fruto maduro al suelo. Lamentablemente, este fenómeno del clima y de mano de obra pues nos ha venido del traste para aprovechar los muy buenos precios a nivel internacional. Si nosotros establecemos la pérdida inicial que tuvimos de las 235 mil fanegas y le colocamos un precio promedio de venta de unos 279 dólares estaríamos hablando de una pérdida cercana a los 60 millones de dólares en pérdida a nivel de la actividad de café en el país.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica calcula, según reportes de medios locales, que el 90% de la fuerza laboral que se dedica a cosechar las producciones agrícolas en territorio costarricense son migrantes.
Los recolectores de café de origen migrante, según las cifras de dicho ministerio, representan al menos el 60 por ciento de la fuerza laboral de ese sector, es decir, unos 45 000 de 74 000 recolectores.
En las noticias que han difundido en Costa Rica atribuyen la poca mano de obra nicaragüense a las medidas restrictivas y a la criminalización que ha impuesto el régimen de Nicaragua contra los migrantes irregulares, sin embargo, la causa más podría radicar en que los cortadores de café de Nicaragua que tradicionalmente viajaban a trabajar a Costa Rica, han migrado hacia otros países, principalmente a Estados Unidos.
En meses pasados, incluso los cafetaleros nicaragüenses se han quejado por la misma razón y en las fincas están conscientes que el problema principal de la falta de mano de obra para recolección del «grano de oro» también tiene su origen en la oleada migratoria de los últimos años que ha obligado a huir de la pobre y la represión a casi el 10% de la población total nicaragüense.