La alarmante persecución religiosa en Nicaragua acelerada desde hace más de seis años por el Estado coloca en el foco al país por el acoso, hostigamiento e irrespeto a la libertad a profesar la fe.
El Índice Global de Persecución 2025 presentó su informe de este año en el que ubica a Nicaragua como la nación de América donde más se ensañan contra las diversas denominaciones religiosas.
Es un panorama sombrío en el que la hostilidad gubernamental hacia los creyentes ha escalado de manera significativa en el último año, revela el documento.
Noticia relacionada: Ortega y Murillo quieren «destruir presencia pública de la Iglesia», pero católicos resisten, dice analista
«La persecución en Nicaragua ha empeorado drásticamente, con un aumento notable de la hostilidad gubernamental hacia los cristianos», destaca. La situación del país centroamericano la enmarcan en otras realidades paralelas como la India o África.
«En países como India, el nacionalismo hindú ha intensificado la violencia y la discriminación contra las minorías religiosas, mientras que en varias regiones de África, como el Sahel, Nigeria y la República Democrática del Congo, los cristianos enfrentan ataques brutales y desplazamientos semanales», agrega.
Los números de la persecución religiosa
Desde el inicio de las protestas sociales de abril de 2018. Daniel Ortega y Rosario Murillo emprendieron una cruzada antirreligiosa contra obispos, sacerdotes, el clero y la feligresía por buscar un diálogo nacional y ofrecer las iglesias como centros de refugio para los ciudadanos que se manifestaron demandando la salida del poder de la pareja presidencial.
Esa «guerra» desatada por los dictadores ha devastado a la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), reduciendo su clero a la mitad en un poco más de seis años. Además, se han documentado cerca de mil ataques directos, que incluyen profanaciones a templos, amenazas y agresiones a sacerdotes, así como el destierro y exilio de más de 160 religiosos.
La sexta actualización del informe «Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?», elaborado desde el exilio por la abogada Martha Patricia Molina, reveló que entre 2018 y 2024, el régimen ha perpetrado 971 ataques documentados contra la Iglesia católica.
El año más violento fue 2023, con 321 agresiones, aunque Molina señala que 2024 ha sido incluso peor, pues muchos religiosos no denunciaron los atropellos por miedo a represalias. Igualmente, decenas de religiosos fueron desterrados, entre estos, cuatro obispos.
Noticia relacionada: La guerra de Ortega y Murillo contra la Iglesia: 971 «hostilidades»
El Índice Global de Persecución 2025 no solo documenta la crisis, sino que también llama a la acción, instando a los ciudadanos del mundo a unirse en oración, defensa y apoyo a los cristianos perseguidos.
La creciente represión en Nicaragua es un recordatorio de que la lucha por la libertad religiosa es un desafío global. Desde ese ámbito, hacen un llamado a la comunidad internacional a prestar atención a esta crisis y actuar para proteger los derechos de aquellos que enfrentan la persecución por su fe.