La exguerrillera nicaragüense Dora María Téllez afirma que las últimas acciones del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en relación a las reformas constitucionales que presentó la dictadura y que serán aprobadas definitivamente en segunda legislatura en enero del 2025 por el Parlamento controlado por la pareja presidencial, son el reflejo del miedo que tiene el gobierno ante el repudio de los nicaragüenses y el aislamiento a nivel internacional.
«Todas estás acciones represivas parecieran innecesarias en un régimen que tiene control de la Policía, del Ejército, que tiene un estado de terror sobre Nicaragua, el asedio a las personas (…) pero ese es parte de su miedo y claro el miedo se aumenta», dice la exguerrillera.
Para Téllez, el rápido nombramiento de Rosario Murillo como copresidenta refleja que hay una necesidad urgente de la dictadura de despejar la sucesión dinástica.
«Algo está pasando en El Carmen, algo está pasando por que han estado apuradísimos, aprueban esa masiva reforma constitucional donde Rosario Murillo asume el poder completo y total y Daniel Ortega pasa a segundo plano y luego comienzan una campaña represiva típica de los Ortega-Murillo», dice Téllez.
Dentro de la reciente reforma constitucional el régimen eleva a Murillo a una figura política nueva a la par de la presidencia y que otorga igual nivel de poder, además, el régimen aumentó a seis años el período presidencial y extiende el período del jefe del Ejército y de la Policía. Para Téllez, estas reformas, sumadas a la captura de religiosos y opositores, buscan despejar el camino a Murillo ante una pronta sucesión.
Según la disidente, la carta pastoral enviada por el papa Francisco aumenta ese miedo de los Ortega-Murillo, pues deja clara la posición del líder mundial en respaldo de la Iglesia Católica en Nicaragua la que sufre represión y persecución tras tomar una posición crítica ante la dictadura.
Téllez mencionó el rumor de la expulsión del país de más religiosas y monjas para antes del 31 de diciembre; sin embargo, no confirmó el hecho ni nombró la fuente. Además condenó la reciente expulsión de monseñor Carlos Herrera, obispo de la Diócesis de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, quien fue expulsado hacia Guatemala; y del sacerdote Floriano Vargas, de Nueva Guinea, desterrado a Panamá.
«Los Ortega-Murillo quieren controlar todo lo que se pueda, quieren total silencio, por que le tienen terror a las palabras, le tienen terror a los pensamientos, le tienen terror a los nicaragüenses(…) le temen a los periodistas, le temen a los médicos, le temen a los obispos», dijo Téllez.
La opositora al régimen recordó también los casos recientes de secuestros ejecutados por la Policía orteguista, entre los que se encuentran el abogado Julio Quintana, el médico Arnoldo Toruño y el periodista Leo Cárcamo. La dirigente política llamó, a través de un video publicado en Youtube, a los opositores nicaragüenses a seguir de pie en rechazo del régimen.