El Banco Central de Nicaragua (BCN) publicó este martes, 30 de abril, el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) donde presentó un «panorama positivo» respecto a la situación económica del país.
Según el informe, en 2023 el desempeño de la economía nicaragüense estuvo «por encima de lo previsto al inicio de año». El Producto Interno Bruto (PIB) «registró un crecimiento que superó las expectativas, la tasa de desempleo se mantuvo baja y la inflación se redujo, en un contexto de consolidación fiscal, estabilidad financiera y monetaria y de mayores flujos externos».
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La entidad bancaria afirmó que «los mercados financieros nacionales se han visto favorecidos por la mayor actividad económica, la reducción de la inflación y las entradas de recursos externos. Así, se ha observado una mayor oferta de divisas que ha derivado en incrementos en las transacciones del mercado cambiario, lo que también se ha traducido en una brecha de tipo de cambio de venta baja y estable».
En la política cambiaria, el BCN estableció que a partir de enero 2024, «la tasa de deslizamiento del tipo de cambio del córdoba con respecto al dólar de los Estados Unidos quedará en cero por ciento (0%) anual».
Los precios de los activos financieros se mantienen estables, en línea con los resultados positivos de las principales variables macrofinancieras, mientras que las tasas de interés activas y pasivas del sistema financiero, reflejan un comportamiento mixto, ya que las tasas activas se mantienen relativamente estables, a pesar del alza en las tasas internacionales en 2023. En el caso de las tasas de interés pasivas, se observa una trayectoria al alza a partir del primer trimestre de 2023.
Al cierre de 2023, el BCN resaltó que «el nivel de endeudamiento total de los hogares y las empresas registró un incremento en términos nominales, aunque en términos del PIB se redujo». «El endeudamiento de los hogares aumentó, mientras el de las empresas disminuyó, principalmente por la mayor amortización de deuda de corto plazo relacionada con créditos comerciales», expone el informe.
A pesar de ello, la institución financiera asegura que «el costo del financiamiento se ha mantenido relativamente estable, lo que, junto con las mejoras en las condiciones financieras de los hogares y las empresas por la mayor actividad económica, ha permitido un cumplimiento satisfactorio en el pago de sus obligaciones».
De igual manera, «la razón de deuda pública total nominal a PIB continuó reduciéndose el año pasado, como resultado del crecimiento del PIB, el cual ha compensado el aumento del saldo, por lo que los riesgos para la estabilidad financiera derivados del endeudamiento público siguen siendo bajos».
El BCN reiteró que «las condiciones financieras globales se han mantenido relativamente estables en los últimos meses, mientras las perspectivas de la economía mundial han mejorado tras la reducción de la inflación. Por su parte, la situación macrofinanciera de la economía nicaragüense se mantiene sólida desde la publicación del último Informe de Estabilidad Financiera».
Riesgos para la economía
Por otro lado, el BCN advirtió que uno de los principales riesgos que podría enfrentar Nicaragua es «un deterioro del crecimiento de la economía mundial, producto de la materialización de riesgos relacionados con tensiones en el sistema financiero internacional, un endurecimiento monetario mayor o más prolongado, o temas geopolíticos que podría incidir sobre la demanda externa de productos exportables y otros flujos externos al país».
«En este contexto, el menor crecimiento de los socios comerciales se podría reflejar en una desaceleración de la actividad económica nacional, principalmente por una menor demanda de productos de exportación y otros flujos externos, lo que tendría un efecto negativo sobre los ingresos de los hogares y las empresas», detalló el BCN.
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Es decir, «una menor actividad económica podría afectar la calidad de la cartera, con incrementos en la cartera en mora y en riesgo. Así mismo, la menor actividad económica podría afectar la senda de crecimiento del crédito y por ende en la rentabilidad de las instituciones bancarias».
La organización bancaria instó a que se continúen «monitoreando estos riesgos y otros acontecimientos globales, como el del cambio climático y desastres naturales, que pueden incidir sobre las condiciones de estabilidad financiera».
El BCN reafirmó su compromiso respecto a la promoción de «una mayor intermediación financiera para el financiamiento de las actividades económicas y mantendrán un marco de políticas apropiado para salvaguardar la estabilidad financiera».