En medio del conflicto diplomático en el que se encuentran los gobiernos de México y Ecuador, por el otorgamiento de asilo político por parte del país azteca al exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, condenado en su país por corrupción, el exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields opinó que tanto la dictadura de Managua como el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) han abusado del asilo político.
El conflicto entre los gobiernos mexicano y ecuatoriano ha escalado a niveles regionales debido a que las autoridades de Ecuador decidieron ordenar el allanamiento policial de la sede diplomática azteca en Quito, para sustraer del edificio al exvicemandatario que ya había recibido protección en calidad de asilo político.
Tropas especiales de la Policía ecuatoriana, asaltaron, la noche del viernes, la embajada de México en Quito y se llevaron al exmandatario prófugo de la justicia de su país.
La reacción de AMLO no se hizo esperar y de inmediato rompió relaciones con Ecuador. Ortega y Murillo hicieron lo mismo. Y el caso es que los dictadores nicaragüenses están haciendo en Panamá lo mismo que López Obrador en Quito. El expresidente panameño, Ricardo Martinelli, condenado a pena de cárcel por corrupción durante su mandato (2009-2014), está recibiendo asilo político en la sede diplomática de Nicaragua en Ciudad Panamá.
Noticia relacionada: Asilo político: La alternativa «preferida» de Martinelli y otros prófugos de la justicia
En ese sentido, el periodista y exdiplomático McFields opinó, a través de su cuenta personal de X que, ante los abusos a la convención de asilo por parte de López Obrador y los Ortega-Murillo, conviene una revisión.
«México y la dictadura de Nicaragua han abusado del asilo diplomático a diestra y siniestra. Sus acciones para proteger criminales y delincuentes abren un debate obligado respecto a la Convención de Viena y el uso indebido de sedes diplomáticas», señaló McFields.
La Convención de asilo diplomático de los Estados Americanos, en su artículo III, establece que «no es lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se encuentren inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios competentes y por delitos comunes, o estén condenadas por tales delitos y por dichos tribunales, sin haber cumplido las penas respectivas, ni a los desertores de fuerzas de tierra, mar y aire, salvo que los hechos que motivan la solicitud de asilo, cualquiera que sea el caso, revistan claramente carácter político».
El párrafo segundo de dicho artículo dice que «las personas comprendidas en el inciso anterior que de hecho penetraren en un lugar adecuado para servir de asilo deberán ser invitadas a retirarse o, según el caso, entregadas al gobierno local, que no podrá Juzgarlas por delitos políticos anteriores al momento de la entrega».
Noticia relacionada: Régimen de Nicaragua se apodera de edificio de la OEA y lo declara bien del Estado
No obstante, en el artículo IV de la misma convención deja en manos del Estado asilante la potestad de calificar el delito porque esté perseguido el personaje al que quieren asilar. Tal sucede en el caso de Ecuador, con Jorge Glas y en Panamá con Martinelli. Ambos son perseguidos por corrupción, que es un delito común, sin embargo, tanto López Obrador como Ortega, respectivamente, han decidido que sus asilados son perseguidos políticos.
Tanto López Obrador ahora, como Ortega y Murillo antes, han reclamado el respeto a la convención sobre asilo, que le da el derecho a cualquier Estado a conceder asilo político a las personas extranjeras perseguidas por razones políticas en sus países.
Reacciones de rechazo al asalto de embajada en Quito
El asalto policial a la sede diplomática de México en Ecuador ha generado una serie de rechazos internacionales y de solidaridad con México, por la violación a los convenios internacionales sobre inmunidad diplomática que la acción de las autoridades ecuatorianas representa.
El mandatario izquierdista de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, cerró filas en favor de AMLO y México por el asalto a la embajada pero «no condena la injerencia de México en temas internos en Ecuador o la protección de criminales con sentencia firme. Las embajadas no pueden ser guaridas de criminales», criticó McFields.
Noticia relacionada; Taiwán denuncia la «confiscación ilegal» de la «dictadura» a sus bienes donados a la Arquidiócesis de Managua
En tanto, la presidenta protémpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) y mandataria de Honduras, Xiomara Castro, convocó a reunión de cancilleres el martes 9 de abril «ante lo sucedido en la embajada de México en Ecuador». Cuba también reacciono en favor de México.
Antecedentes de asaltos diplomáticos de la dictadura Ortega-Murillo
En 2009, una horda de simpatizantes del régimen de Nicaragua, protegidos por agentes policiales del Estado, dispararon morteros contra la embajada de Estados Unidos en Managua.
En 2021, el dictador Daniel Ortega ordenó el asalto policial y confiscación del edificio de la embajada de Taiwán. Además, en 2022, las fuerzas policiales de la dictadura asaltaron la sede OEA.