El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, «reapareció» en televisión nacional después de estar lejos de las cámaras por más de 50 días. Según la activista política e historiadora nicaragüense, Dora María Téllez, el dirigente del régimen sandinista solo regresó a los actos de gobierno para «burlarse de los nicaragüenses desterrados y los que han tenido que salir del país».
En un video publicado en su cuenta de YouTube, la opositora nicaragüense declaró que «la familia Ortega-Murillo ha convertido a Nicaragua en un país sin progreso, sin oportunidades, sin democracia y sin libertad». Debido a las dificultades económicas y políticas, miles de nicaragüenses se han visto obligados a salir del país para «buscar trabajo, huir o porque fueron desterrados, como nos ha pasado a algunos de nosotros», explicó la historiadora.
De acuerdo con Téllez, actualmente hay más de 850 mil nicaragüenses en el extranjero, lo que representa un 12 por ciento de la población total del país. Por lo tanto, «cada familia tiene a alguien que está en el extranjero y que trabaja, manda dinero, así como es fiel y atento con su familia».
Muchos de los migrantes de Nicaragua han tenido que pasar por vías ilegales para poder llegar a su destino y volverse el sustento económico de su familia. La exguerrillera recordó el reciente caso de tres nicaragüenses que perdieron la vida el 16 de febrero, debido al alto oleaje que presentó el Río Bravo, frontera natural que separa a México de Estados Unidos, cuando los connacionales intentaron llegar al «sueño americano».
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Sin embargo, lejos de mostrar empatía, «a Ortega le da risa». Según la opositora, le causa gracia porque «ni él ni su familia tienen la necesidad de estar buscando trabajo fuera del país». «Le parece que es gracia que Nicaragua no tenga las condiciones para que sus pobladores trabajen o mejoren sus vidas», razón por la que muchos connacionales aún tienen el deseo de salir del país, explicó la Téllez.
Téllez comentó que estas personas «están buscando un futuro» fuera de Nicaragua, algo que el dictador no mira. Ortega no se da cuenta de esto porque «apenas se entera de lo que pasa en el país, medio lee un papel que le ponen en la mano y medio dice unas cosas que le dicen que diga», comentó la opositora.
«Ya deben de hablar hasta como españoles»
En el acto ocurrido este 21 de febrero, el caudillo sandinista aprovechó el evento público, transmitido en televisión nacional, para mencionar a los «traidores a la patria» en referencia a los opositores que obligó al destierro y exilio, a los que despojó de la ciudadanía y confiscó sus bienes.
Ortega rememoró que los expresidentes nicaragüenses Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro permitieron la ocupación de Estados Unidos en Nicaragua y los comparó a opositores desterrados bajo su dictadura.
«Dejaron de ser nicaragüenses (los expresidentes), como esos que han dejado de ser nicaragüenses y están ahora en los Estados Unidos y ahora son ‘yanquis’. Se deben sentir muy contentos de ser ‘yanquis’. Otros están en España, se sienten españoles, muy contentos de ser españoles, ya deben hablar hasta como españoles», dijo Ortega en tono irónico entre risas.
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Hace un año, el nueve febrero de 2023, la dictadura decidió entregar 222 presos políticos a Estados Unidos para que los llevaran a su país. Posteriormente, ya en territorio norteamericano, los nicaragüenses se dieron cuenta que el régimen, de manera completamente arbitraria, decidió arrebatarles su nacionalidad.
Poco después, el 15 de febrero de ese año, el Estado decidió anularle la nacionalidad a otros 94 nicaragüenses exiliados y a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, quien estaba encarcelado por el régimen.