El defensor de derechos humanos Alexandro Álvarez Alarcón, excoordinador del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI), que documentó las violaciones a los derechos humanos en el país para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), llamó a los nicaragüenses «a no dejar de documentar los abusos del régimen».
El abogado chileno manifestó que los informes «no pierden vigencia y no se olvidan, aunque los represores como Daniel Ortega y Rosario Murillo, quieran hacerlo creer en Nicaragua». También explicó que «documentar y denunciar es clave» y que los nicaragüenses «no deben desanimarse porque llegará la oportunidad para la justicia».
Noticia relacionada: Daniel Ortega solo ha «dejado en evidencia su soledad internacional» al mofarse de los 317 nicaragüenses desnacionalizados
«A veces se olvida la relevancia de las organizaciones locales en la defensa de los derechos humanos y hacia las organizaciones de la sociedad civil internacionales», comentó el jurista.
Álvarez explicó que «todas las cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU), de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de todos los distintos grupos que ha establecido el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos (SIDH) para Nicaragua, vienen de defensores y defensoras de derechos humanos locales».
«No habría informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de Nicaragua, y del grupo de expertos independientes internacionales, sin el trabajo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) y sin el trabajo de otras organizaciones de la sociedad civil, como el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y como otras iniciativas de la propia sociedad civil nicaragüense», agregó el defensor de Derechos Humanos, al momento de recibir un reconocimiento por parte de la CPDH en Miami, Estados Unidos.

«Tarde o temprano habrá una transición»
La CIDH elevó a 355 la cifra de los nicaragüenses asesinados en Nicaragua, durante la represión policial y parapolicial a las protestas ciudadanas que ocurrieron en el país durante el 2018.
«No sería posible el trabajo de las organizaciones internacionales, sin la defensa que hacen muchas organizaciones dentro de Nicaragua», reiteró el funcionario internacional.
Álvarez Alarcón también explicó lo esencial de documentar las violaciones a los Derechos Humanos «frente a la barbarie» del régimen de Ortega y Murillo. «Es de suma importancia para el proceso de transición democrática en Nicaragua», señaló.
«Lo que ocurre es que el sufrimiento a veces produce desesperanza, pero eso ha ocurrido otras veces en nuestro continente. La acción internacional y la lucha de la sociedad civil produce efectos, y a veces no son todos los que uno quisiera, pero la historia nos muestra que, tarde o temprano, va a haber un proceso transicional y siempre es importante estar preparados, expresó el excoordinador del MESENI.
Noticia relacionada: Vicepresidenta de España tras reunirse con nicaragüenses expatriados: «Seguiré defendiendo un internacionalismo de los derechos humanos»
«La transición se va a producir y va a ser el resultado de la lucha de la sociedad nicaragüense», agregó el defensor de derechos humanos.
Álvarez estuvo al frente del MESENI entre octubre de 2019 y julio de 2021, tiempo en el que su equipo de trabajo recepcionó decenas de denuncias de organismos defensores de derechos humanos locales, mismos que el régimen aniquiló posteriormente.
Aparte de los más de 300 asesinatos por los que debe responder, el régimen orteguista mantiene a más de 110 presos políticos en distintas cárceles del país, cientos de exiliados y más de 316 nicaragüenses despojados ilegalmente de su nacionalidad, a quienes también confiscó sus propiedades.
En marzo de este año, el Grupo de Expertos sobre Derechos Humanos en Nicaragua (GHREN), de la ONU y que investigó lo ocurrido en 2018, concluyó que Ortega y Murillo «son responsables de cometer crímenes de lesa humanidad contra ciudadanos que exigen su salida del poder, al que se ha aferrado con el uso de las armas por 16 años continuos».
Por Voces Unidas.