La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo celebró el «robo» de la fortaleza histórica «El Coyotepe», ubicada en el kilómetro 28 de la carretera a Masaya. El bien patrimonial fue donado a la Asociación de Scouts de Nicaragua por, su entonces presidente, René Schick, en 1965.
De acuerdo a la información que fue publicada en los medios de propaganda oficialista, las alcaldías de Managua y Masaya justificaron la confiscación del edificio bajo el argumento de que es «un punto cultural y turístico». «Es un lugar histórico, lo que es sagrado para nuestro pueblo», declaró Griselda Rivas, directora de Cultura de la comuna capitalino.
Respecto a la toma de posesión de El Coyotepe, Rivas dijo que «representa el inicio de nuestra historia como parte de la reconstrucción del porvenir y nuestro futuro, porque estos datos históricos se lo estamos trasladando a nuestros jóvenes».

«Un monumento de paz»
La directora del Instituto de Cultura, Juventudes y Pueblos, Javiera Pérez Guerra, mencionó a los medios de comunicación oficialistas que el lugar «es simbólico porque representa la dignidad, la resistencia y la resiliencia de nuestro pueblo».
«En este sitio se dieron muchos hechos trágicos y tristes. En 1912, nuestro gran héroe nacional, el general Benjamín Zeledón, junto a un ejército, se enfrentó y luchó contra filibusteros norteamericanos, los que con otros traidores de nuestra patria querían atropellar la libertad de los nicaragüenses», señaló la funcionaria orteguista.
Noticia relacionada: Régimen orteguista aniquila otra universidad y a la Asociación de Scouts de Nicaragua
«Por eso nosotros, nuestro gobierno sandinista y las instituciones vamos a rescatar este sitio para convertirlo en un monumento para la paz», indicó Pérez Guerra, quien este domingo, 18 de febrero, visitó el lugar acompañada de un grupo de la Juventud Sandinista (JS).

El Coyotepe ya había sido confiscado por Ortega en 1983, pero fue devuelto a sus dueños legítimos por la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, en los primeros meses de su mandato. Ahora, nuevamente el régimen sandinista se apropió de sus instalaciones históricas, como parte de su campaña masiva de confiscación de bienes a las oenegés que son independientes del Estado.
Ortega les canceló la personería jurídica
A través del Acuerdo Ministerial No. 08-2024-OSFL divulgado en La Gaceta, Diario Oficial; el Estado de Nicaragua acordó el 16 de febrero cerrar la Asociación de Scouts de Nicaragua, argumentando que «incumplieron con sus obligaciones ante la ley y ante la Dirección General de Registro de Organismos Sin Fines de Lucro».
«El liderazgo nacional de la Asociación de Scouts de Nicaragua realizó todos los esfuerzos posibles para evitar este desenlace. Sin embargo, no tuvimos éxito. A pesar de ello, no nos daremos por vencidos y continuaremos explorando alternativas que nos permitan continuar cumpliendo la misión del Movimiento Scout en el territorio nacional, de conformidad con lo que establecen las leyes», declaró el Comité Scout Nacional por medio de un comunicado.
Historia de los scouts nicaragüenses
En 1917, los scouts dieron sus primeros pasos en Nicaragua en la ciudad de Bluefields, cuando Aubrey Campbell Ingram y el pastor moravo Joseph (Joe) Harrison se unieron para formar la tropa «Morava 1». El movimiento scout se expandió hacia el Pacífico en los años treinta, con el establecimiento de una tropa scout en Granada, extendiéndose, posteriormente, a Chinandega, León, Managua, Masaya, Carazo, Matagalpa y Estelí.
A lo largo de 110 años, los scouts nicaragüenses fueron voluntarios en todas las tragedias, tanto naturales como políticas, que han afectado al país. De acuerdo al medio de comunicación Confidencial, su ayuda incluye la asistencia durante el terremoto que devastó Managua en 1972, así como la respuesta a desastres provocados por huracanes como «Juana» y «Mitch».
Noticia relacionada: Asociación de Scouts en Nicaragua suspende sus actividades presenciales «con o sin uniforme»
Además, el organismo humanitario participó en campañas de vacunación humana y animal, control de plagas, limpieza comunitaria, educación sanitaria y otras actividades que tenían como único objetivo brindar apoyo a los pobladores de Nicaragua.
El Movimiento Internacional de los Scout está presente en más de 165 países y cuenta con más de 50 millones de participantes, lo que lo convierte en la organización juvenil más grande del mundo.