La vicedictadora y vocera gubernamental del régimen orteguista, Rosario Murillo, dio lectura a un comunicado oficial que el Ministerio de Relaciones Exteriores envió a su institución homóloga en Israel con el objetivo de que dicha nación detenga el «asedio total» impuesto sobre la franja de Gaza desde el 2023. El panorama de guerra fue descrito por la esposa de Ortega como un «caso dramático y terrible» que el gobierno «ha denunciado tanto».
El comunicado divulgado en los medios oficialistas denuncia que «las operaciones militares israelíes han sido y están siendo ejecutadas con bombardeos masivos contra la población civil, incluidos lugares designados como hogares, refugios, hospitales, lugares religiosos y escuelas de las Naciones Unidas, así como rutas designadas como seguras por el propio ejército israelí».
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Igualmente, la dictadura mostró su «preocupación» por el número de muertos de ciudadanos palestinos, que «ha superado ya las 24,100 muertes, donde se incluyen 10,000 niños asesinados». El comunicado agrega que «las acciones de Israel han provocado el desplazamiento forzado de alrededor del 85 % de los palestinos en Gaza, que las Naciones Unidas han calificado de ‘inhabitable’».
«Las acciones del ejército israelí han estado acompañadas de declaraciones de varios funcionarios israelíes que pueden indicar evidencia de intención genocida. Tan pronto como doce días después del lanzamiento del ataque militar en Gaza, los expertos de las Naciones Unidas advirtieron sobre la terrible situación en Gaza y el riesgo de genocidio contra el pueblo palestino», expresó el gobierno sandinista.
En nombre del país, la pareja gobernante «instó a Israel a poner fin a sus acciones contra el pueblo palestino y cesar sus operaciones militares en Gaza, y a respetar sus obligaciones bajo la Convención para la Prevención y la Sanción del Genocidio».
Como un Estado que forma parte de la agrupación humanitaria, «Nicaragua tiene el deber de prevenir y sancionar el genocidio y el deber de cooperar con ese fin». La nota advierte que dada la indisposición de Israel de atender el llamado a solucionar pacíficamente el conflicto, «Nicaragua adoptará todas las medidas que considere apropiadas de conformidad con el derecho internacional, para garantizar el respeto a sus derechos e intereses protegidos por dicha convención, incluyendo el recurso ante la Corte Internacional de Justicia».
Dictadura pide que se detenga una guerra mientras reprime a su pueblo
A pesar de que Murillo pide al Estado israelí que detenga los crímenes de lesa humanidad contra el pueblo palestino, la propia dictadura orteguista mantiene un ambiente de represión y silencio en Nicaragua. Su mayor auge de ataques contra opositores surgió durante las protestas antigubernamentales de 2018, que dejaron alrededor de 325 personas fallecidas, según reportes de organismos defensores de derechos humanos.
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Además, la pareja gobernante fue la ejecutora de violaciones a los derechos humanos, incluyendo la libertad de expresión, religiosa y académica. De igual manera, el régimen mantiene en sus cárceles a un centenar de presos políticos que, según las denuncias de activistas opositores, permanecen en condiciones insalubre e inhumanas y sufren torturas por parte de la Policía orteguista.