El Gobierno de Estados Unidos emitió una alerta de viajes para sus ciudadanos en la que les recomienda «reconsiderar» cualquier visita a Nicaragua, porque en ese país podrían ser víctimas de una «aplicación injusta de las leyes» que conllevaría hasta a encarcelamientos, juicios arbitrarios, confiscaciones y deportaciones. Además, mencionan entre los peligros el incremento de la actividad delictiva.
La Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado de EE.UU. actualizó sus alertas de viaje y coloca a Nicaragua en «nivel 3», lo que implica una advertencia para sus nacionales de evitar visitas a la nación centroamericano, ya que no ofrece garantías de seguridad ni física ni jurídica, por el contrario, podrían convertirse en víctimas de las propias autoridades gubernamentales.
«En toda Nicaragua, funcionarios gubernamentales y encargados de hacer cumplir la ley continúan atacando a personas y organizaciones consideradas opositoras del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo», dice el aviso del Departamento de Estado publicado en su sitio web oficial.
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El anuncio señala que «los ciudadanos estadounidenses, incluidos los ciudadanos con doble nacionalidad, nicaragüense y estadounidense, han sido objeto de revocación de la ciudadanía nicaragüense, prohibiciones de reingreso, expulsión y otras acciones».
Igualmente, advierten que los agentes del régimen de Nicaragua revisan teléfonos personales, computadoras y documentos para buscar contenido que, según la dictadura, pueda ser «antigubernamental» para incriminar al viajero. Asimismo, advierte que están prohibidas las fotografías a propiedad gubernamental, bajo pena de confiscación de los dispositivos.
La Oficina de Asuntos Consulares pone en conocimiento de los posibles viajeros que los funcionarios del régimen de Managua señalan y vigilan «sistemáticamente a personas por motivos políticos, independientemente de su nacionalidad, incluidos antiguos aliados, activistas políticos, representantes empresariales, clérigos, defensores de los derechos humanos, líderes de la sociedad civil, académicos y miembros de la prensa».
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Una de las advertencias más preocupantes para los ciudadanos estadounidenses y que cabe para cualquier extranjero es que, una acusación de parte del aparato de vigilancia de la dictadura de Nicaragua puede terminar en cárcel tras un juicio injusto, confiscación de «terrenos, residencias, activos financieros y bienes personales de propiedad privada sin previo aviso ni debido proceso».
El aparato represivo, alerta, suele «detener y acusar arbitrariamente a personas, de delitos de terrorismo, lavado de dinero y crimen organizado por motivos políticos sin respetar las garantías de un juicio justo».