El vicario general de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Oscar Escoto, fue puesto en libertad y regresado a la residencia episcopal de Matagalpa tras 12 horas de secuestro, según revelaron a la prensa independiente diversas frentes eclesiásticas.
La noticia también fue confirmada por la abogada Martha Patricia Molina, que se ha especializado en investigar los ataques contra la Iglesia que ejecuta la dictadura Ortega-Murillo.
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El medio de comunicación digital matagalpino Mosaico CSI publicó una nota en la que asegura que religioso fue visto «caminando solo» en horas del mediodía con rumbo al episcopado mientras las instalaciones religiosas continúan rodeadas por efectivos policiales.
La activista opositora en el exilio Haydée Castillo, atribuyó la rápida puesta en libertad del religioso a la avalancha de denuncias nacionales e internacionales que se hicieron sobre el secuestro. Algo que no ocurrió en los casos del obispo de la Diócesis de Siuna, monseñor Isidoro Mora, y los dos seminaristas capturados con él, Alester Sáenz Centeno y Tony Palacios, los que siguen en condición de desaparecidos luego que efectivos policiales y paramilitares los capturaran el pasado 19 de diciembre.
Monseñor Escoto ha sido un cercano colaborador del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, actualmente encarcelado por la dictadura. Fue nombrado vicario general de la Diócesis de Matagalpa en 2021 por Álvarez. También es párroco de la iglesia Santa María de Guadalupe, de Matagalpa, y director general del Colegio Diocesano San Luis Gonzaga.
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El religioso ha estado a cargo de los servicios eclesiales y administrativos que su cargo le permiten en el episcopado matagalpino desde que el obispo Álvarez fue privado de su libertad por el régimen Ortega-Murillo.
La captura temporal de monseñor Escoto ocurrió 48 horas después que el obispo de Siuna, monseñor Isidoro Mora y los seminaristas que lo acompañaban, fueron también secuestrados por la Policía orteguista.