Hace aproximadamente 24 horas, opositores y cercanos a la Iglesia católica denunciaron los secuestros del obispo de la Diócesis de Siuna, en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN), monseñor Isidoro Mora, y los seminaristas, Alester Sáenz y Tony Palacio. Esas desapariciones forzadas habrían sido ejecutadas por el Estado de Nicaragua, a través de uno de sus brazos represores: La Policía de Nicaragua.
Los religiosos fueron detenidos por efectivos policiales cuando se movilizaban dentro de su zona de trabajo para realizar una misa de confirmación de unos 230 jóvenes católicos en el municipio de La Cruz de Río Grande, según información que han enviado a los medios de comunicación independientes fuentes eclesiásticas.
«Monseñor Isidoro Mora, obispo de la diócesis de Siuna, fue secuestrado por policías y paramilitares cuando se dirigía a celebrar unas confirmaciones en la parroquia en La Cruz de Río Grande. También fueron secuestrados, junto con él, los seminaristas Alester Sáenz y Tony Palacio», confirmó a la prensa independiente la abogada Martha Patricia Molina, investigadora que ha monitoreado la represión del régimen en contra de la Iglesia católica.
El secuestro del obispo de Siuna, junto con los dos seminaristas, fue ejecutado luego que el jerarca pidiera oraciones por el obispo encarcelado, monseñor Rolando Álvarez, y declarara que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se mantiene unida en oración por él. El nuevo acto represivo ha sido repudiado y condenado tanto por la oposición nicaragüense como por la comunidad internacional.
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La organización opositora Unidad Nacional Azul y Banco (UNAB) exigió, a través de una publicación en sus redes sociales, que se respete la integridad física de los religiosos y demandó su libertad inmediata, al igual que para los más de 100 reos de conciencia que están en las cárceles de la dictadura de Nicaragua.
Por su parte, la Alianza universitaria Nicaragüense (AUN) recordó que en Nicaragua la dictadura ya ha encarcelado a dos obispos, en referencia al obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez, privado de su libertad por el régimen y condenado a más de 26 años y cuatro meses de prisión bajo falsas acusaciones, y ahora el secuestro del obispo de la Diócesis de Siuna.
«Monseñor Isidoro Mora, de la Diócesis de Siuna, en Nicaragua, es el segundo obispo encarcelado por la dictadura de Ortega y Murillo. Demandamos su libertad y la de todos los presos políticos», dijo AUN a través de su cuenta de X.
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Mientras, el presbítero Uriel Vallejo, sacerdote que tuvo que exiliarse para ponerse a salvo de la persecución en su contra, ejecutada por el régimen de Nicaragua, calificó de «ferocidad» la represión de la dictadura Ortega-Murillo contra los católicos y pidió oraciones por los sacerdotes.
«La ferocidad del régimen sigue agrediendo. Hoy nos hace eco el Evangelio Mateo : “Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas”. Dos obispos secuestrados e innumerables fieles sin su acompañamiento. Oremos por las diócesis de Matagalpa, Estelí y Siuna», dijo el padre Vallejos en su cuenta de X.
Destierro, exilio y cárcel contra sacerdotes
La dictadura Ortega-Murillo ejecuta una guerra contra la Iglesia que no tiene precedentes en la historia de Nicaragua. Han encarcelado, desterrado y obligado al exilio a religiosos. Ahora son dos obispos los que están en la cárcel del régimen.
En octubre pasado, la dictadura desterró hacia Roma a 12 sacerdotes que estaban en la cárcel acusados de diversos delitos falsos. Con ellos la cifra de religiosos católicos expulsados, obligados al exilio o impedidos de ingresar al país se elevó a 84.
La guerra anticristiana de Ortega y Murillo trascendió esta semana a la iglesia evangélica, al ordenar el arresto y acusación por presunto lavado de dinero de 14 misioneros protestantes, de ellos 11 son nicaragüenses y tres estadounidenses pertenecientes a la congregación evangelista Puerta de la Montaña que hasta hace unas semanas mantenía estrechas relaciones con la misma Policía que los encarceló.