El régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo celebró, este viernes, en las instalaciones robadas al diario La Prensa hace más de dos años, lo que llamaron «IV promoción de Arte y Cultura» en la que aseguran haber graduado ya a más de 5 mil jóvenes nicaragüenses, en su mayoría militantes de la juventud sandinista.
Según una información publicada en los medios de la propaganda oficialista, este 15 de diciembre entregaron 573 certificados de participación en los cursos que ofrecen en el edificio confiscado arbitrariamente y que rebautizaron como «Centro Tecnológico José Coronel Urtecho ¡No volverá el pasado!», ahora bajo la administración del Instituto Nacional Tecnológico (INATEC).
«Desde su apertura el 19 de abril en saludo al Día Nacional de la Paz, hemos desarrollado atención a 5000 jóvenes de manera presencial. Hoy estamos finalizando con esta entrega de certificados de finalización de curso a más de 188 jóvenes que vinieron y que representan su formación en diferentes cursos de arte y cultura», dijo durante la actividad Roger Avilés, representante del INATEC.
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En esas instalaciones robadas por la dictadura sandinista, presidida por Daniel Ortega y Rosario Murillo, se editó por más de 90 años el periódico más antiguo de Nicaragua, por donde desfilaron dejando sus huella de alto periodismo personajes como el poeta Pablo Antonio Cuadra, el veterano Horacio Ruiz o Danilo Aguirre Solís, así como su propio director mártir, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, héroe nacional y mártir de las libertades públicas, asesinado durante la anterior dictadura de Nicaragua, encabezada por Anastasio Somoza.
Según el régimen Ortega-Murillo, en esas instalaciones ahora enseñan a jóvenes sobre danza, técnicas de narración oral escénica, elaboración y manipulación de títeres, así como muralismo, teatro,y maquillaje.
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El 13 de agosto de 2021, un fuerte dispositivo policial que incluía tropas fuertemente armadas de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP), asaltaron el edificio de La Prensa y desalojaron a todo el personal periodístico y administrativo. Además secuestraron a su gerente general Juan Lorenzo Holman, a quién luego acusaron de supuesto lavado de activos, argumento que también utilizó la dictadura para confiscar el edificio valorado en más de 10 millones de dólares.
Desde entonces, Nicaragua es el único país de Latinoamérica que no cuenta con un medio de comunicación impreso y ningún medio de comunicación independiente que tenga oficinas en el país.
