Como si se tratase de una inversión propia del Estado, el régimen de Daniel Ortega ha exhibido la maqueta del «Centro Cultural y Politécnico José Coronel Urtecho», lugar que montaron en las instalaciones confiscadas al diario La Prensa (LP).
El martes, 23 de agosto, el diario más antiguo de Nicaragua, con 96 años de trayectoria, y crítico hacia el Gobierno de Daniel Ortega denunció que su sede, ubicada en carretera norte, en Managua, amaneció sin el rótulo. La dictadura colocó en el sitio su centro.
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El mismo día, el Gobierno de Daniel Ortega, a través de la Procuraduría General de la República, entregó a las autoridades del Instituto Nacional Tecnológico (Inatec) el edificio robado a LP y que se encuentra ocupado por la Policía desde el 13 de agosto.
En la maqueta divulgada a través de un vídeo, el Inatec mostró lo que será el centro cultural. Los colores que imperan en la fachada del edificio son el color blanco y azul, además señala las diferentes áreas en las que estará dividido.
Contará con aulas teóricas laborales, talleres de motocicletas, escuela de arte y cultura, taller de soldadura, plazoleta, entre otros.
Para darle realce al nombre del poeta José Coronel Urtecho, con el que se llamará el centro cultural, en la parte de en frente del edificio el régimen escribió el título de unos de sus poemas: «No volverá el pasado», frase que la ha hecho propia la vicedictadora Rosario Murillo.
«Ya todo es de otro modo
Todo de otra manera
Ni siquiera lo que era es ya como era
Ya nada de lo que es será lo que era
Ya es otra cosa todo
Es otra era».
Pese a la decisión del régimen de nombrar su centro cultural con el nombre del poeta, Blanca Maturana Coronel, una de las descendientes de Coronel Urtecho. expresó su molestia ante este hecho.
«No somos cómplices de la dictadura traidora Ortega Murillo. No estamos de acuerdo con que se utilice el nombre de José Coronel Urtecho», señaló a través de sus redes sociales.
Por su parte, Ana Chamorro de Holmann, una de las tres propietarias de Editorial La Prensa y madre del gerente general del medio y preso político Juan Lorenzo Holmann, calificó como un robo la consumación del asalto a las instalaciones del diario.
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«A ellos —la dictadura orteguista— no les gustó que en el periódico se dijera la verdad. Eso se llama robo. Simplemente robo porque nosotros no hemos hecho nada indebido, todo por la ley y por la Constitución que dice libertad de expresión y de empresa», expresó doña Anita, como se le conoce a una de las propietarias de La Prensa.
Para el exembajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, este nuevo atropello contra La Prensa es condenable y señaló que «duele en el alma ver el robo a plena luz del día del periódico más antiguo de Nicaragua @laprensa».
Pese a la censura, asedio y persecución contra el diario, lo que ha forzado a exiliar a su personal, el medio ha sobrevivido y sigue informando acerca de la crisis que vive Nicaragua .