El obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez, recibió la Medalla de Honor al Servicio de la Democracia 2023, otorgada anualmente por la Fundación Nacional por la Democracia (NED, por sus siglas en inglés).
La entrega de los premios fue realizada la noche del martes, 14 de noviembre, en Estados Unidos, con una presentación especial en el marco del 40 aniversario de la fundación de la NED. Vestido con su sotana negra, el religioso nicaragüense subió al atrio a recibir su premio en reconocimiento «a su labor apoyando la libertad religiosa, y en nombre de los perseguidos por el Estado nicaragüense, incluidos los sacerdotes católicos».
Durante su discurso de agradecimiento, el jerarca expresó que ser galardonado con la medalla «no era solo un honor personal, sino un testimonio de la resiliencia colectiva del pueblo nicaragüense y del compromiso inquebrantable de la Iglesia católica de Nicaragua por defender la libertad, la paz y la justicia».
«Hemos enfrentado el gobierno opresivo de una dictadura brutal y hemos sido testigos de la lenta erosión de los valores democráticos, que ha llevado a su completa desaparición», expresó monseñor Báez, que actualmente se encuentra exiliado en Estados Unidos. El obispo recalcó que la medalla es «testigo del coraje de los nicaragüenses que continúan resistiendo y perseverando».
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Monseñor Báez aprovechó la oportunidad para reconocer el admirable compromiso de la Iglesia católica en Nicaragua, que actualmente es perseguida y asediada por la dictadura orteguista. Afirmó que la institución religiosa «siempre ha sido un refugio seguro para los pobres y oprimidos» y «un faro de esperanza en la sociedad».
Libertad para el obispo Álvarez
Báez también exigió la liberación «inmediata e incondicional» del obispo Rolando Álvarez, que permanece como preso político en la cárcel «La Modelo» desde el pasado nueve de febrero, fecha en que se negó a ser desterrado hacia Estados Unidos aunque el régimen lo convirtió en un reo de conciencia desde agosto de 2022.
«Él ha sido injustamente encarcelado por proclamar la verdad, defender la justicia y caminar con los más pobres. Su compromiso pastoral es un signo de la fuerza imperecedera de la misión profética de nuestra iglesia», aseguró monseñor Báez, a quien la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo le arrebató su nacionalidad nicaragüense el 15 de febrero de este año.
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De igual manera, el obispo auxiliar de Managua resaltó que los desafíos que atormentan a Nicaragua están lejos de terminar. «Seguimos enfrentando un régimen represivo que intenta sofocar nuestras aspiraciones de un futuro mejor. La comunidad internacional debe actuar rápidamente y de manera decidida para aumentar la presión diplomática efectiva sobre el régimen nicaragüense», destacó el religioso. Seguidamente, instó a los presentes «a apoyar al valiente pueblo de Nicaragua y sostener la causa de la democracia y los derechos humanos» del país.
El jerarca católico cerró su discurso afirmando que la medalla era un recordatorio de su compromiso como obispo de «estar junto a mi pueblo y continuar difundiendo la luz del Evangelio entre ellos». «Ruego a Dios que me conceda, al desempeñar mi humilde ministerio episcopal, la fuerza y la sabiduría para seguir apoyando las aspiraciones de mi pueblo por una sociedad justa y libre», finalizó.
Desde el estallido sociopolítico de 2018, el obispo Silvio Báez ha mantenido una denuncia permanente contra el régimen dictatorial de Daniel Ortega y sus ataques contra la Iglesia católica. Permitió que los protestantes utilizaran como refugio las iglesias y ayudó a los estudiantes que se resguardaban en el templo Basílica Menor de San Sebastián, en el departamento de Carazo, a pesar del peligro que acechaba las calles por la recordada «operación limpieza».
Fue una de las primeras figuras religiosas a las que se les quitó la nacionalidad nicaragüense, aunque en ese momento ya se encontraba fuera del país. Desde el extranjero continúa con la denuncia contra el Gobierno y pide la liberación de los presos políticos. En la actualidad, a pesar de ya no estar en el país, es una de las figuras más relevantes de la Iglesia y de los organismos opositores a la dictadura.