La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, despotricó una vez contra los medios de comunicación independiente y tildó de «mentiras», las recientes publicaciones que los periodistas han difundido en torno a la purga que está ejecutando el régimen en el Poder Judicial del país.
En su alocución por medios oficialistas, de este viernes, Murillo señaló que «la mentira tiene patitas cortas, el odio no pasa, el desamor no pasa, la difamación no pasa, la calumnia no pasa, pero sobre todo la mentira que enfrentada a la verdad no tiene ninguna fuerza y ningún sentido, es precariedad total y espiritual, es falta de alma, bueno, quienes quisieron destruir Nicaragua no han mostrado alma, no han mostrado capacidad de amar a su pueblo».
En ese sentido, la vocera gubernamental, sin especificar, ni hacer mención directa, calificó de «publicaciones estúpidas» las noticias difundidas por los periodistas independientes.
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«Solo un estúpido, una persona que no tiene inteligencia ni sensibilidad que no tiene inteligencia emocional o espiritual, puede pretender que alguien les crea algo de lo que dicen … si aquí hemos estado todos, hemos visto y hemos luchado y hemos vencido y cuidamos y custodiamos esta paz sagrada que tenemos y defendemos esta paz con todo nuestro ser», dijo.
La declaración de Murillo ocurre en medio de decenas de despidos que ella misma ha ordenado en el Poder Judicial, que al peor estilo del comunista soviético Josef Stalin ha apartado sin piedad a sus propios «camaradas».
Desde hace una semana, las cabezas han empezado a rodar en uno de los únicos bastiones que Ortega había conservado para su dominio: La Corte Suprema de Justicia (CSJ), donde dos magistradas de las más leales al dictador, junto a unos 100 funcionarios de diferentes rangos, sucumbieron ante la arremetida de Murillo.
Algunos de los funcionarios que han caído en desgracia son: la magistrada Alba Luz Ramos; Adda Benicia Vanegas Ramos, Ángela Rosa Acevedo Vázquez, la magistrada Yadira Centeno; así como Berman Martínez Martínez, quien fungía como secretario de organización del Frente Sandinista en la CSJ, el exdirigente de la Juventud Sandinista, en Managua, y director de Servicios Generalas de la CSJ, Walter Sobalvarro, y Carlos Alberto López Tinoco, secretario general de la Confederación Nacional de Trabajadores Judiciales en Nicaragua que también se dedicaba a coordinar la sucursal de troles en la Corte.
Una vez más ataca a los opositores
En su monólogo, Rosario Murillo también arremetió contra los opositores y los llamó «incendiarios», por levantar tranques y exigirles a su administración el cese al fuego, que dejó más de 300 asesinados a manos de paramiliatres, policias y turbas del régimen.
«Yo en diferentes días veo, las increíbles infamias de los incendiarios, de los quema buses, de los quema casas, de los que incineraban muchachas, muchachos, niños, para después echarle la culpa al gobierno y a otras familias en cada comunidad, los incendirios, los que desde el odio realizaban todo tipo de crímenes que ahora achacan para tener qué decir porque no tienen mensaje, no tienen nada que ofrecer, nunca han tenido, y cuando ofrecieron algo evidentemente no cumplieron», dijo Murillo, quien siempre busca como falsear los hechos que ocurrieron en abril de 2018.
Asimismo, Murillo cuestionó que «cuando a través de la historia hemos conocido gente con esos apellidos que se volvieron infames en la historia queriendo servir o amar al prójimo? Bueno, todavía no lo hemos visto, a lo mejor Dios nos hace el milagro de abrir corazones y no permitir que sigan envenenando el corazón con más odio, más desamor y sobre todo más afán destructivo».
«Y ahí está reflejada la historia perversa, de quienes esconden la mano con la que destruyen, con las que matan, nunca vanos a olvidar el delito de lesa humanidad de quemar seres humanos vivos, nunca lo vamos a olvidar; con determinadas complicidades y bendiciones que no volverán, ni esas personas que es difícil de catalogar como seres humanos pueden volver en esta Nicaragua a sembrar cizaña, desunión y sobre todo destrucción y a llenarnos de sangre», agregó la vicedictadora, que cada vez que menciona las protestas de abril 2018, busca como hacerse la víctima y señalar de «victimarios» a los opositores.