El obispo de la Diócesis de León, Sócrates René Sándigo, tendrá la oportunidad de denunciar ante los obispos del mundo la persecución que vive la Iglesia católica en Nicaragua, pues fue designado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) para participar en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos, que se celebrará en el Vaticano, pero está por verse si se referirá a la represión.
El obispo de León es fuertemente cuestionado por ser el único obispo en Nicaragua que nunca se ha pronunciado contra la represión y los asesinatos cometidos por la dictadura Ortega-Murillo desde 2018. Tampoco ha condenado los ataques del régimen contra la Iglesia.
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Sándigo estará en Roma más de 20 días, en representación de la CEN, lo que despierta cierta intriga entre sectores de la sociedad nicaragüenses por conocer si el obispo, tildado de «amigo» de la dictadura, se atreverá a denunciar el encarcelamiento arbitrario de un obispo y 10 sacerdotes.
La designación de Sándigo ocurre en medio de una escalada represiva del régimen contra la Iglesia. En los últimos cuatro días fueron secuestrados por personas de civil, armados y con muestras claras de ser agentes estatales y paraestatales, tres sacerdotes. También en plena aplicación de la maniobra de dejar salir del país a los sacerdotes para luego no dejarlos entrar.
Eso explicaría el porqué las máximas autoridades católicas de Nicaragua, el cardenal Leopoldo José Brenes, arzobispo de Managua, y el obispo Carlos Herrera, presidente de la CEN, hayan decido quedarse en el país para evitar un posible destierro, y enviar a Sándigo que, por ser visto como «cercano» al régimen y no haberlo criticado nunca, no debería tener problemas para regresar a su tierra.

Líderes indígenas de la Costa Caribe nicaragüense demandaron la libertad de Brooklyn Rivera y de Nancy Henríquez y responsabilizan a la dictadura de Daniel Ortega y de Rosario Murillo, de lo que les ocurra en sus cárceles.
Además, hicieron una grave denuncia. Dijeron que la dictadura usó a brigadistas del Ministerio de Salud (Minsa) en el operativo para su secuestro, lo que explicaría porqué lo trasladaron en una ambulancia y no en patrullas policiales. La acción provocó también que los seguidores de la organización misquita, anunciaran amenazas a funcionarios de salud del gobierno.
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«Este régimen está peor que el de Somoza», dijo Haydée Baptista, lideresa de la agrupación Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka (Yatama), que dirige Rivera. Los líderes de la agrupación indígena, exaliada del dictador Ortega y su partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), hacen un llamado a la comunidad internacional a que exijan la libertad de sus dirigentes.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo inventó la «Comisión para la Cooperación Parlamentaria Rusia-Nicaragua». El evento se realizó el lunes, dos de octubre, en la Duma Estatal de la Federación de Rusia, estrechando más las relaciones entre ambas naciones.
La ceremonia fue presidida por el Viacheslav Volodin, presidente de la Asamblea Federal rusa y el hijo de la pareja de dictadores, Laureano Ortega Murillo, quien funge como representante especial del presidente de Nicaragua para los Asuntos con Rusia.
En su intervención, Laureano Ortega volvió a jurar lealtad al Gobierno de Rusia, afirmando que a diferencia de otros países de Latinoamérica que afirman que son neutrales con respecto a algunas posiciones contra el Kremlin, «Nicaragua está» con el gobierno ruso.
«Nicaragua está con Rusia porque es lo correcto, es lo justo» afirmó el hijo de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, el rostro más visible en relación a asuntos de comercio con Rusia y China.