En junio pasado, el economista y sociólogo Douglas Castro recibió la noticia que se había ganado una beca para estudiar una Maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Oxford, en Reino Unido; sin embargo, en ese momento, el activista opositor vio como su meta se desvanecía por que el pasaporte nicaragüense se le había vencido y la dictadura le negó la posibilidad de renovarlo en la embajada de Managua en Colombia, donde él se encuentra refugiado. En resumen, no tenía documento para viajar.
En ese momento, Castro se declaró un «apátrida de facto», porque tampoco se podía acoger a los ofrecimientos que hicieron al menos seis países de otorgar ciudadanía a los más de 300 nicaragüenses que Daniel Ortega había despojado «formalmente» de su nacionalidad, a través de sentencias judiciales, en febrero de 2023. El joven opositor no tenía «la evidencia» que representaban esas resoluciones espurias, al menos para ser reconocido como un apátrida, y por tanto tampoco lo cubrían esas declaraciones políticas de los gobiernos que condenaban abiertamente la maniobra del régimen sandinista.
En ese momento, Castro incluso le preguntó directamente a través de Twitter al presidente colombiano, Gustavo Petro, sobre su situación, en una publicación que el mandatario hizo para solidarizarse con los 94 nicaragüenses despojados de su nacionalidad el 15 de febrero. «Gracias señor presidente. ¿Qué hay de los nicaragüenses a quienes la dictadura les negó el pasaporte y somos solicitantes de asilo en Colombia? Con proceso incierto, sin fechas establecidas y sin derecho a estudiar ni trabajar. En mi caso, llevo un año sin saber nada», le consultó.
La respuesta llegó. Llegó con el otorgamiento de nacionalidad y con pasaporte. Douglas Castro fue acogido también por Colombia y ahora sí podrá viajar a Reino Unido para estudiar su maestría.
Este viernes, 22 de septiembre, el economista publicó dos fotos. En una se le ve firmando un documento oficial y en la otra muestra una sonrisa amplia y su nuevo pasaporte colombiano.
«Agradezco al Gobierno de Colombia y su Cancillería por otorgarme la nacionalidad colombiana. La solidaridad internacional es un faro de esperanza. En momentos oscuros, la protección internacional es un rayo de luz, especialmente para nosotros, los exiliados y apátridas», publicó el activista y miembro de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN).
«A nivel personal, la noticia la recibí con mucha felicidad y me dio mucho alivio. Sobretodo porque vivir en condición de apatridia es terrible, es una situación de incertidumbre y precariedad jurídica que te limita mucho. Así que cuando recibí la noticia de que iba a obtener la nacionalidad pues me llené de mucha esperanza en mi futuro», declaró Castro al ser consultado por Artículo 66.
«No debemos desfallecer y seguir luchando»
A partir de este «final feliz», Castro también hace un balance político de la situación de los nicaragüenses desterrados por Ortega. «A nivel más político y de la situación nacional y de los nicaragüenses que estamos padeciendo la dictadura, sentí que todo el esfuerzo por visibilizar mi caso y el de la apatridia de facto tuvo resultado. Por esa razón hoy estoy más convencido de que no debemos desfallecer y seguir luchando por nuestros derechos, para que nuestra situación sea conocida y que internacionalmente le brinden la protección debida a los nicaragüenses perseguidos por la dictadura», comenta.
«Voy a poder continuar mis estudios»
Dejar de ser un apátrida y tener una identidad ciudadana con la respectiva protección y garantías que le otorga, «es un gran avance», reconoce Castro. «Ahora sí voy a poder continuar mis estudios, además tengo derecho al trabajo y puedo hacer un sinnúmero de gestiones que antes me eran imposibles realizar. Finalmente, después de todo esto que me ha tocado pasar estoy más comprometido con ese tema, seguir visibilizando esa barbaridad que está haciendo la dictadura con muchísimos nicaragüenses que es despojarlos de su nacionalidad de manera de facto», concluyó el joven.
Los países que han concretado sus declaraciones políticas
Colombia es uno de los países que ofreció nacionalidad a los ciudadanos nicaragüenses declarados apátridas por el régimen sandinista. Además hubo ofrecimientos de España, México, Chile, Argentina, y Brasil.
España es el país que ha nacionalizado de forma expedita a por lo menos 97 nicaragüenses de los dos grupos de despojados de la nacionalidad entre el nueve y el 15 de febrero de 2023. Los otros países se han quedado en las declaraciones políticas, y se supo al menos de Chile y Ecuador que otorgaron la nacionalidad a los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli.
Con la nacionalidad colombiana otorgada a Douglas Castro, este país suramericano se suma a la lista de naciones que concretan su gesto humanitario para acoger a los nicaragüenses que viven en el exilio producto de la persecución de Daniel Ortega.
«Agradezco que Colombia vaya más allá de condenar las violaciones a los derechos humanos del régimen autoritario de Daniel Ortega y brinde protección a quienes huimos de su persecución e intolerancia contra los que pensamos diferente», concluyó castro en un segundo tuit.
Colombia entrega esta nacionalidad después de un álgido intercambio diplomático entre Bogotá y Managua, que arrancó cuando el presidente Petro se solidarizó con la poeta Gioconda Belli, el día que la escritora denuncio que su casa había sido tomada por la dictadura. En esa misma publicación, el mandatario colombiano comparó a Ortega con el extinto dictador chileno Augusto Pinochet.
«Toda mi solidaridad para Gioconda Belli, poeta de la resistencia nicaragüense contra Somoza, ahora perseguida por Ortega. !Qué paradoja! aquí, en Chile, recorro casas de poetas chilenos a quienes la dictadura allanaba sus casas y asesinaba y Ortega hace lo mismo que Pinochet».
El mismo día, Ortega se deshizo en insultos contra Petro. Lo llamó «traidor», «cobarde», «basura», de dirigir un «Estado al servicio de los yanquis» y hasta de dirigir un «Estado fallido, donde asesinan todos los días».