Las 30 universidades e instituciones de educación superior que conforman la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) expresaron su solidaridad con la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús, así como con la Universidad Centroamericana (UCA), por el reciente robo de sus bienes por parte del régimen de Daniel Ortega.
A través de un comunicado, publicado en la cuenta de Twitter de la Compañía de Jesús en Centroamérica, denuncian que desde el 2018, tras la ola represiva en Nicaragua, la La UCA ha sido «calumniada y hostigada», al igual que más de tres mil organizaciones de la sociedad civil de Nicaragua, así como la Iglesia católica.
Noticia relacionada: Daniel Ortega envía a sus policías a sacar de su residencia a los jesuitas de la UCA
Recordaron que el Ministerio de Gobernación (Migob), en conjunto con el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CNEA) y del Consejo Nacional de Universidades (CNU), le negaron «injustificadamente» a la UCA las certificaciones «para cumplir con su misión de educar, producir conocimiento y vincularse socialmente, al igual que ocurrió con otros 27 centros de educación superior, cuyos bienes fueron confiscados».
«Al ser excluida de estos órganos, la UCA perdió acceso al presupuesto público —del 6% constitucional— destinado a la educación, que le correspondía, lo que perjudicó directamente a su alumnado que requería de este presupuesto para financiar sus estudios», Subraya la Compañía de Jesús.
También rechazaron la acusación por parte de la justicia de Nicaragua, que califica a la alma mater de «centro de terrorismo» y le imputa haber traicionado la confianza del pueblo nicaragüense y «haber transgredido el orden constitucional, el orden jurídico y el ordenamiento que rige a las Instituciones de la Educación Superior del país», cancelando así, el 17 de agosto, a través del CNU, su autorización de funcionamiento.
Tras la aniquilación a la UCA, la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús sostuvo que la confiscación de facto de los bienes de esa casa de estudios es «una represalia por el trabajo que ha hecho esta institución en la búsqueda de una sociedad más justa, así como por so compromiso para proteger la vida, la verdad y la libertad del pueblo nicaragüense, en consonancia con su lema: “La verdad los hará libres” (San Juan 8, 32)».
El AUSJAL reiteró su apoyo a la UCA y a los jesuitas que aún están en el país. También demandaron que «se reviertan y corrijan inmediatamente la drásticas, inesperadas e injustas medidas adoptadas por el órgano judicial nicaragüense y el Consejo Nacional de Universidades».
Noticia relacionada: UCR: La confiscación de la UCA solo «refleja el temor» de Ortega a las voces críticas
Además demandan el cese de la «actitud de creciente agresión gubernamental en contra de la Universidad y sus integrantes» y exigen que se busque «una solución racional en la que impere la verdad, la justicia, el diálogo y la defensa de la libertad de cátedra».
Tras el robo a la Universidad Centroamericana, el régimen orteguista inventó la Universidad Nacional Casimiro Sotelo, traspasándole todos los bienes de la UCA, afirmando que supuestamente la educación en esa casa de estudios será «gratuita».