Estados Unidos condenó este jueves la confiscación de bienes de una universidad dirigida por jesuitas en Nicaragua, indicando que es señal de un autoritarismo creciente del presidente Daniel Ortega.
La Universidad Centroamericana en Managua anunció el miércoles la suspensión de todas sus actividades, luego de que un tribunal ordenara la confiscación de sus bienes y fondos tras acusarla de ser un “centro de terrorismo” por su presunta participación en las protestas antigubernamentales de 2018.
La “confiscación por parte del gobierno de Ortega de la Universidad Centroamericana dirigida por los jesuitas representa una mayor erosión de las normas democráticas y una asfixia del espacio cívico”, dijo a periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel.
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“Este es un centro de primer nivel de excelencia académica, investigación independiente y esperanza para el futuro de Nicaragua. Estados Unidos condena la continua represión del régimen contra figuras e instituciones religiosas”, añadió.
Patel también renovó un llamado de Washington para la liberación inmediata del obispo católico Rolando Álvarez, quien fue sentenciado a 26 años de prisión en febrero después de negarse a abordar un avión con destino a Estados Unidos que transportaba al exilio a 222 presos políticos.
Fue puesto en libertad brevemente en julio, pero volvió a ser detenido tras negarse a abandonar el país.
El gobierno de Ortega acusa a la Iglesia Católica de haber apoyado a los manifestantes que en 2018 exigieron su renuncia y la de su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo. La represión a las revueltas dejó más de 300 muertos.Fundada en 1960 por sacerdotes de la Compañía de Jesús, la UCA acoge a unos 5.000 estudiantes.