La orden de la dictadura Ortega-Murillo de confiscar los bienes de la Universidad Centroamericana (UCA) por ser, segun los tiranos, un «centro de terrorismo», ha motivado el repudio y condena de parte de sectores académicos y la oposición política de Nicaragua, que han catalogado el ataque del régimen contra la casa de estudios como «un zarpazo» contra el «pensamiento critico» y la educación superior de calidad.
Las expresiones de solidaridad para con la UCA y sus estudiantes han sido numerosas. La Alianza Universitatia Nicaragüense (AUN), cuyos principales dirigentes, Lesther Alemán y Max Jerez, eran estudiantes de esa alma mater cuando se lanzaron a las protestas sociales del 2018, divulgó un comunicado en el que expresan su firme condena frente al «despojo y confiscación» de la casa de estudios superiores a manos de la dictadura sandinista. «Tildar una casa de estudios de ‘centro terrorista’ es un intento de silenciar la educación libre», dicen los jóvenes de AUN..
Por su parte, el Movimiento Universitario 19 de Abril (MU19A) señaló que la embestida del régimen Ortega-Murillo contra una de las más prestigiosas universidades del país, busca aniquilar «el pensamiento crítico, la autonomía y la educación de calidad», aspectos que los dictadores consideran una amenaza contra su tiranía.
Mientras la abogada Yonarqui Martínez, a quién la dictadura le confiscó su título de profesional del derecho por defender a presos políticos, opinó a través de redes sociales que «quien enseña, guía y es persistente en dar lo mejor académicamente será enemigo del Régimen».
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Al responder a los señalamientos que hace el régimen contra la UCA de que es un «centro de terrorismo», la defensora sostuvo que «terrorista son los miembros de los 4 poderes del Estado que se prestan a este circo». En tanto, la periodista Tifani Robert advirtió que la confiscación de la UCA «es apenas el comienzo», pues la dictadura también se ha lanzado contra los hermanos lasallistas, quienes, según la comunicadora radicada en EE.UU., deberán salir de Nicaragua «dentro de dos meses siguientes. La orden fue dada este lunes por Migración y Extranjería», informó Robert.
La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), en un comunicado divulgado este miércoles, se solidariza con la UCA y todas las instituciones educativas que han sido expropiadas y cerradas por la dictadura Ortega-Murillo.
«La educación es un derecho fundamental y es inaceptable que se prive a los jóvenes nicaragüenses de su acceso a una educación de calidad. La expropiación de la UCA y el cierre de más de 25 universidades», dicen los azul y blanco.
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También se pronunció el dirigente opositor y presidente de la Fundación Libertad, Felix Maradiaga, quien catalogó de «grave» el ataque de la dictadura contra la educación superior y recientemente contra la UCA. Aseguró que ya se ha activado un grupo de personas y organizaciones que trabajan a nivel internacional para «obtener el respaldo necesario para enfrentar esta difícil realidad».
«Hemos instado a la comunidad internacional, a los gobiernos, a las organizaciones de derechos humanos y a las personas comprometidas con la libertad y la educación a nivel hemisférico, a unirse a nuestro llamado de solidaridad y apoyo a la UCA», destacó Maradiaga.