El padre Edwing Román, una de las voces religiosas más críticas de la dictadura de Daniel Ortega, lamentó el silencio de los líderes religiosos de Nicaragua, ante el encarcelamiento de monseñor Rolando Álvarez, que este cuatro de agosto cumple un año de encierro.
«Me causa tristeza el silencio en algunos miembros de mi Iglesia. No quiero una Iglesia sumisa y sometida», expresó en su cuenta de Twitter el expárroco de la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya, exiliado en Estados Unidos.
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Asimismo calificó como «mancha en la historia de Nicaragua» que la «dictadura sacrílega» haya encarcelado «injustamente al obispo monseñor Álvarez, que ha dado su vida abnegadamente en un servicio ministerial».
Los señalamientos del religioso se hacen tras el silencio de las máximas autoridades de la Iglesia católica del país, especialmente del arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes, criticado por callar o no expresar su solidaridad para con el obispo de Matagalpa, más bien se ha dedicado ha desmentir a la prensa independiente de una posible repatriación del religioso.
Este viernes, monseñor Álvarez cumple un año de haber sido encerrado en la Curia Episcopal de Matagalpa, luego que decenas de antimotines cercaran el recinto donde el jerarca estuvo por más de 15 días, junto a otros sacerdotes, seminaristas y laicos, en casa por cárcel.
El pasado nueve de febrero, el dictador Daniel Ortega ordenó encerrar al administrador apostólico de la Diócesis de Estelí en celdas de máxima seguridad del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como «La Modelo», en Tipitapa, luego que el prelado se negara a ser desterrado de Nicaragua junto a otros 222 exreos políticos.
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Posterior —el nueve del mismo mes— la justicia orteguista condenó al prelado a 26 años de prisión por el supuesto delito de conspiración contra la patria. Además lo despojó de su nacionalidad.
Álvarez, voz crítica de la dictadura Ortega y Murillo, ha contado con la aceptación y respaldo de miles de nicaragüenses y de la comunidad internacional, quienes han demandado su libertad inmediata, así como la de todos los presos políticos.