Estados Unidos ha ordenado salir de Haití a su personal no esencial y sus familiares, debido a la inseguridad provocada por las pandillas, informó el Departamento de Estado.
El gobierno ha “ordenado la salida de los familiares de los empleados gubernamentales y del personal no esencial”, señala un comunicado oficial emitido el jueves por la noche, en el que se pide a los estadounidenses que abandonen el país “cuanto antes”.
Estados Unidos aconseja a sus ciudadanos que no viajen a Haití, debido a los riesgos de “secuestro, crimen, disturbios civiles y una infraestructura de salud deficiente”.
No se especifica cuántas personas se ven afectadas, pero el gobierno dice que tiene una “capacidad extremadamente limitada” para ayudar a los estadounidenses que son víctimas de la violencia en el país.
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El personal de la embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe vive bajo condiciones de seguridad draconianas, confinado en un área protegida y tiene prohibido desplazarse a pie por la capital o usar transporte público o taxis.
La violencia de las bandas criminales que controlan aproximadamente el 80% de la capital haitiana se agudiza en este pequeño y pobre país del Caribe, con presencia de francotiradores en los tejados, así como por violaciones, secuestros y asesinatos.
Por el momento, los llamados urgentes en las Naciones Unidas para enviar a ese país una fuerza de intervención multinacional que apoye a la policía haitiana han quedado en letra muerta.