El Foro de São Paulo, en el que, según versiones periodísticas, se ventilaba la posibilidad de una resolución de condena contra la dictadura de Nicaragua, finalmente dio la espalda a la democracia y a los derechos humanos y decidió acuerpar a la tiranía, ignorando los crímenes cometidos por Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo.
La organización regional conocida como Foro de São Paulo, que agrupa a los partidos y movimientos de izquierda de Latinoamérica, se reunió entre el 29 de junio y el 2 de julio pasados en su sede en Brasilia, capital de Brasil. Según una publicación de la plataforma digital Europa Press, difundida el 28 de junio, el mandatario izquierdista brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, preparaba para esa reunión una propuesta de resolución de condena a la violación de derechos humanos cometidas por la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua.
Sin embargo, dicha condena nunca apareció, sino que terminaron apoyando «en combo» a las tres dictaduras de la región: Nicaragua, Cuba y Venezuela, a las que calificó como «víctimas de las sanciones», y aplaudió su supuesta «firmeza».
Un foro de complicidades
El dirigente opositor nicaragüense y víctima de cárcel y destierro a manos de la dictadura Ortega-Murillo, Juan Sebastián Chamorro, calificó el foro de São Paulo como «un foro de complicidades» donde el dictador Ortega se refugia y eso solo demuestra que está aislado por las democracias del mundo.
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Para Chamorro, el dictador busca apoyo en São Paulo porque no tiene oportunidad en foros internacionales democráticos. Asimismo, según el opositor, un solo rumor de que Lula da Silva pudiera promover una resolución de condena hizo que la dictadura movilizara al canciller (Denis Moncada) junto con «el impresentable Wilfredo Navarro» para ir a Brasilia y «arrancarle a esta organización, con pinchos del mismo Piñal, una resolución de apoyo que ni siquiera es solo sobre Nicaragua, sino que habla del avance de Nicaragua, Venezuela y Cuba», analiza Chamorro.
Agrega que eso muestra «el nivel de aislamiento en el que se encuentra la dictadura», que tiene que recurrir a sus propios socios para que hagan una resolución, que no tienen ninguna significancia política exterior, más que demostrar su aislamiento y «refleja el rol que jugó, ha jugado y seguirá jugando el Foro de São Paulo como la escuela común de las tres dictaduras auspiciadas y apadrinada por Lula».
Por su parte, la también exrea política y desterrada a EE.UU. Dora María Téllez informó que ella y un grupo de personas le escribieron una carta al Foro de São Paulo planteándole que el foro tenía que pronunciarse con una condena a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo «por su violación absoluta a los derechos humanos, a las libertades del pueblo y por la liquidación de la democracia en Nicaragua».
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Asimismo, la exguerrillera y ahora opositora a la dictadura, dijo que les recordaron a los integrantes del Foro que «Daniel Ortega ni siquiera es de izquierda, es un régimen que no tiene ninguna ideología y que su única obsesión es el poder político», pero la organización no quiso escucharlos.
«Hay muchas fuerzas dentro del Foro de São Paulo que están clarísimas, el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil ha condenado al régimen Ortega-Murillo, el propio Lula, y la posición del Gobierno de Brasil en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unida (ONU) fue una posición sumamente contundente», señaló Téllez.
Asimismo, enfatizó que el Foro de São Paulo es «un sistema de complicidades» que ni siquiera representa la política específica de algunos de sus integrantes, por ejemplo, el Partido Socialista de Uruguay, «que ya ha condenado al régimen de los Ortega-Murillo», finalizó.