El exreo político Max Jerez recibió su permiso de trabajo en Estados Unidos, país donde está desde el nueve de febrero, luego que el régimen de Daniel Ortega lo desterró de Nicaragua, junto a otros 221 opositores.
«Luego de algunas semanas, finalmente he recibido mi permiso de trabajo. Los nuevos comienzos no son fáciles, pero con esfuerzo y la ayuda de Dios saldremos adelante», escribió el líder estudiantil, a través de su cuenta de Twitter.
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En entrevista con Artículo 66 Jerez afirmó que luego de su excarcelación y destierro ha tenido que iniciar «un proceso de inserción laboral y un proceso de adaptación a esta nueva realidad que nos toca vivir en Estados Unidos».
Recordó que como beneficiario del parole humanitario se le permite solicitar un permiso de trabajo por un período de dos años. «He cumplido todos los requerimientos y afortunadamente, hace tres semanas, mi solicitud ha sido aprobada y ya tengo un permiso para laborar de manera».
Actualmente, Jerez está trabajando en el área de construcción y mantenimiento; asegura que está «haciendo todo lo posible por tener una fuente de ingreso estable y hacerle frente a la realidad en Estados Unidos».
«Mi realidad no es diferente a la de muchos nicaragüenses en EE.UU.»
Por otra parte, el excarcelado político aclaró que la realidad que atraviesa no es diferente a la de muchos nicaragüenses que están en el país norteamericano «producto de la situación difícil que vive nuestro país».
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«Muchos de los nicaragüenses con los que he conversado en este país se enfrentan a la separación familiar, a la inserción laboral y a una serie de retos y desafíos en una nación que no es la nuestra pero que nos brinda oportunidades; y estoy seguro que con la ayuda de Dios y con voluntad vamos a salir adelante sin dejar de trabajar por la causa del pueblo nicaragüense», agregó Jerez.
En cuanto a su liderazgo político, el opositor afirmó que está haciendo «el esfuerzo» por combinar y lograr hacer un balance entre «el mundo laboral (…) y el activismo y la causa nicaragüense, por la libertad y los derechos humanos de las personas que siguen en Nicaragua, sufriendo y padeciendo los crímenes de lesa humanidad de la dictadura».

«Confío y me siento esperanzado en que vamos a salir adelante pero también que vamos a seguir luchando y sumando esfuerzos por la libertad de todos los nicaragüenses», concluyó.
La historia de Jerez se suma a la de otros excarcelados políticos, como es el caso del exaspirante presidencial Medardo Mairena y el líder campesino Pedro Mena, que se han dedicado a la labor de construcción para poder salir adelante.