Al iniciar las fiestas de Semana Santa en Nicaragua, el dirigente estudiantil y exreo político Max Jerez lamentó que monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, siga siendo prisionero del régimen de Daniel Ortega y no pueda participar con su feligresía de estas actividades religiosas.
«Monseñor Álvarez (@DiocesisdeMat) debería estar compartiendo la Semana Santa con su pueblo, pero la dictadura sandinista de Daniel Ortega lo tiene preso por denunciar las injusticias», señaló a través de su cuenta de Twitter el presidente de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN).
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El joven opositor remarcó que al llegar a cinco años de la rebelión cívica de Nicaragua, «abril no se olvida»; además aprovechó para unirse a la demanda de libertad del obispo de Matagalpa.
La Iglesia católica de Nicaragua vive su propia pascua
En entrevista con Artículo 66, Jerez manifestó que en esta «Semana Santa la Iglesia en Nicaragua está viviendo su propia pascua porque sus principales pastores están presos o exiliados y los que no están, siguen siendo perseguidos e intimidados».
Recalcó que tal como sucedió hace 2000, años «los seguidores de Jesús se enfrentan a la persecución, muerte y cárcel por decir la verdad y denunciar las injusticias».
«Hoy son perseguidos en Nicaragua por atentar contra el poder político de una dictadura que de boca se atribuye ser cristiana, pero con sus acciones demuestra lo contrario», dijo.
Jerez recordó que esta es la segunda Semana Santa que no podrá celebrar. «La primera por estar secuestrado y la segunda por el destierro. Aun así me da esperanza la resistencia del pueblo nicaragüense que no se doblega y se mantiene en desobediencia ante la dictadura y sus prohibiciones».
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Además, hizo hincapié que en las tradiciones de la Semana Mayor se han convertido en un «eco subversivo» para la dictadura, sin embargo asegura que la «Iglesia una vez más saldrá de esta, porque ha sobrevivido a peores imperios. Y saldrá gloriosa de esta dictadura barata».
Por su parte, la opositora Cinthya Benavides, integrante de AUN, refirió que aunque la dictadura de Ortega canceló las procesiones de Semana Santa, «las redes sociales nos recuerdan el amor y esperanza de nuestro pastor —monseñor Rolando Álvarez—».
«Y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella —La Iglesia católica. Libertad para @DiocesisdeMat #MonsRolandoÁlvarez», demandó la joven opositora.
Desde el 2022 e inicios de este año, la dictadura de Daniel Ortega ha arremetido en contra de la Iglesia católica de Nicaragua, encerrando a sacerdotes obligando a otros al destierro y prohibiendo actividades religiosas, lo que ha ocasionado la crítica y condena internacional.