Nicaragua, bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, vuelve a destacar en estadísticas globales negativas y esta vez aparece como el cuarto Estado en el mundo en el que su población se ve obligada a huir de sus hogares y para pedir asilo en otro país, según revela el más reciente informe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La crisis política, económica y social que vive Nicaragua ha obliga a huir del país y solicitar ser aceptados en calidad de asilados en otros países a por lo menos 165 mil 800 nicaragüenses, solo entre los años 2021 y 2022, dice ACNUR.
El vecino Costa Rica es el primer país de destino para los nicaragüenses que huyen de la dictadura Ortega-Murillo. Estados Unidos y España son los otros dos principales refugios. Los primeros tres lugares en generar solicitudes de asilo son Venezuela (264.000), Afganistán (208.500 y Cuba (194.700).
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El informe de ACNUR detalla que, en promedio, más de 2 de cada 5 nuevas solicitudes de asilo presentadas en diferentes países del mundo fueron presentadas por personas nacionales de América Latina y el Caribe. En comparación con 2019, el aumento de nuevas solicitudes de asilo en 2022 representa un incremento del 31%.
Las estadísticas monitoreadas por ACNUR especifican que, en ese periodo, la cantidad de nicaragüenses que solicitaron asilo aumentó en más de 49%. Venezuela más de 186%, y los cubanos que salieron de su país para buscar asilo aumentó en más de 6 veces.
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El director adjunto de ACNUR, Giovanni Bassu dijo a Noticias ONU que, si bien Venezuela es un caso dramático, con aproximadamente 5,5 millones de venezolanos refugiados en el exterior, hay otras situaciones también en el continente que están impulsando estos números. «En el norte de Centroamérica sigue habiendo una situación delicada, y en Nicaragua también», dijo el funcionario.
Nicaragua vive una crisis sociopolítica que se agravó a partir de 2018, cuando Ortega y Murillo decidieron aplastar a sangre y fuego las protestas sociales iniciadas en abril de ese año. Luego el régimen, para sostenerse en el poder ha radicalizado las medidas totalitarias, al punto de desterrar y desnacionalizar opositores, confiscar a la sociedad civil y atacar a la Iglesia, lo que ha obligado a más nicaragüenses a huir del país.