El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, sufrió un duro revés internacional. Según trascendió en redes sociales, su principal financista y aliado en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) Dante Mossi no seguirá al frente de esa institución, tal como lo han venido exigiendo organizaciones opositoras en el exilio.
El exembajador de Nicaragua Ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields informó a través de su cuenta de Twitter, que recibió la noticia que Mossi «no será más el presidente del BCIE».
El todavía presidente del banco regional es señalado de ser cómplice de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, por facilitarle financiamiento que, según han señalado opositores, ha servido para que Ortega afiance su proyecto totalitario y continúe con la escalada represiva contra el pueblo nicaragüense.
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De acuerdo con las reiteradas denuncias de los exiliados, el BCIE ha aprobado para el dictador Ortega, aproximadamente el 26 por ciento de toda su cartea crediticia.
Desde hace varias semanas, organizaciones opositoras en el exilio han mantenido una activa campaña para exigirle a la Asamblea de Gobernadores del BCIE, que se reúne en República Dominicana, que Mossi no sea reelecto por financiar al régimen de Ortega, que es señalado de cometer crímenes de lesa humanidad.
Mossi, al no ser reelecto, deberá dejar el cargo en noviembre de este año. Había sido electo para un periodo de cinco años en el 2018
El exembajador McFields calificó de «duro golpe a la dictadura», la no reelección de Mossi en la presidencia del BCIE «porque se quedan sin padrino y se quedan sin el principal financista de la dictadura».
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El diplomático disidente de la dictadura considera que el régimen Ortega-Murillo se queda «en una orfandad total». Además, los deja más aislados, en la obligación de buscar cómo hacer cambios en el país. Comenzar a hacer algo, como enviar algún tipo de señal de democracia», valoró McFields.
Sin embargo, analizó que es difícil para una dictadura dar señales de democracia. «Es difícil, mas no imposible, porque esta es una presión muy grande, hay que recordar que la dictadura lo único que respete es la cartera. Lo único que idolatra es el dólar y al verse afectados, al no tener un padrino en el BCIE, esto lo va a obligar a replantearse sus acciones, es un duro golpe», recalcó.
Asimismo, valoró que sin lugar a dudas, la no reelección de Mossi, es una victoria del pueblo nicaragüense, «que lucha por la libertad y por la democracia. Sobre todo (porque) cuando uno piensa en esto, uno dice, menos recursos para la policía represiva de Nicaragua también».
McFields recordó que se debe reconocer que organismos de la sociedad civil en Honduras, en El Salvador, también habían cuestionado y criticado fuertemente al presidente del BCIE.
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Por su parte, el dirigente opositor desterrado por la dictadura, Juan Sebastián Chamorro, valoró que «la no reelección de Mossi es un reconocimiento de la Junta de Gobernadores (los dueños), de lo mal que va el BCIE. Creado para la integración económica de CA, no pueden ignorar que el desarrollo de los países pasa por la libertad y la democracia. Espero que corrijan el rumbo”, indico.
Asimismo, el también desterrado Félix Maradiaga, reconoció como un gran logro la no reelección de Mossi en el BCIE. Recordó que ese banco regional ha proporcionado a la dictadura, desde el 2017 hasta la fecha, aproximadamente 3,500 millones de dólares, lo que representó más del 26% de la cartera crediticia en ese periodo.