Un grupo de 10 organizaciones sociales y políticos en el exilio en Costa Rica exigieron a los directores del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que no reelijan a Dante Mossi en la Presidencia de la entidad financiera y que cese el flujo de dinero a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El llamado de los opositores se da en el marco de la sexagésima tercer asamblea de gobernadores del BCIE que se lleva a cabo este viernes, 12 mayo en Republica Dominicana, donde se espera que ratifiquen a Mossi como presidente de la entidad financiera regional.
Las organizaciones firmantes del comunicado se manifestaron en las afueras de la sede del BCIE en San José, Costa Rica, para pedirle a los Estados socios del banco que rechacen la candidatura a reelección de Dante Mossi.
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«… (Dante Mossi) en su cargo como presidente ha financiado a través de préstamos a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes han utilizado el dinero para centralizar el poder e imponer un estado de terror y persecución de opositores nicaragüenses, cometiendo crímenes de lesa humanidad, documentados por el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN)», señala la nota.
Además, el grupo de organizaciones recordó que el párrafo 127 del informe del grupo de experto de las Naciones Unidas aborda la necesidad, que bancos como el BCIE y otras instituciones financieras engloben el respeto de los derechos humanos para desembolsar préstamos, «esto con el fin que las organizaciones multilaterales incluyan garantías en materia de derechos humanos en pro de mejorar la situación compleja que se vive en Nicaragua».
«EI BCIE ha desembolsado al Estado de Nicaragua desde el 2017, una suma de 3,500 millones de dólares para proyectos de desarrollo social, que no se ven evidenciados en la realidad de la ciudadanía; esta cantidad representa el 26% de la cartera crediticia del BCIE, aun teniendo la población mas baja, a la par de Guatemala y Honduras», critican.
«Dante Mossi ha utilizado el Banco de manera clientelista para favorecer a gobiernos aliados y autoritarios, en busca de satisfacer sus intereses personales, dañando la integridad y los principios con la que fue constituida esta entidad; además, durante toda su administración el banco ha sufrido caída en sus utilidades y un deterioro en su rentabilidad», añaden.
Los opositores urgieron a los países miembros del BCIE a «ponerse al lado de las víctimas directas y población nicaragüense que son objetos de vulneración de sus derechos humanos, restricción a sus libertades fundamentales y crímenes de lesa humanidad».
«Los derechos humanos no deben negociarse por ninguna suma de dinero, la vida y la libertad de los ciudadanos importan y existe un compromiso adquirido por toda la región de mantener la paz y respetar irrestrictamente todos los derechos que nos otorgan los instrumentos internacionales», destacan.