El mandatario costarricense, Rodrigo Chaves, aseguró que su gobierno mantendrá la decisión de no designar embajadores ante los regímenes de Nicaragua y Venezuela, por lo que las relaciones diplomáticas con esos dos países seguirán a nivel de encargado de negocios.
La decisión de no nombrar embajadores en estas dos naciones, cuyos gobiernos son señalados de autoritarios, corruptos y violadores de los derechos humanos, fue tomada en el Gobierno de Carlos Alvarado, antecesor de Chaves, pero este último ha decidido mantener la medida en virtud de que las condiciones que la originaron no han cambiado.
Durante una entrevista con la agencia de prensa EFE, el presidente de Costa Rica se refirió a la crisis de Nicaragua y dijo no estar de acuerdo con el tratamiento a la prensa (en Nicaragua), a los candidatos políticos y la decisión de quitarles derechos a los ciudadanos hasta convertirlos en apátridas. Asimismo, expresó su preocupación por la colaboración de del régimen de Daniel Ortega con Rusia en materia militar.
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Costa Rica se ha convertido en el principal refugio para decenas de miles de nicaragüenses que huyen de la crisis política y de la represión ejercida por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Datos oficiales del vecino país indican que en los últimos años, tras la represión desatada en 2018 luego de las protestas populares de ese año, Costa Rica recibió migrantes de diferentes nacionalidades, principalmente nicaragüenses. Las oficinas migratorias procesan más de 186 mil solicitudes de refugio.
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De igual manera, Chaves se refirió a Venezuela y dijo que ese país del sur vive «una tragedia tremenda» que ha provocado migraciones masivas de ciudadanos venezolanos que buscan un mejor futuro en naciones vecinas y en EE.UU.
«No lo digo yo, lo dicen entre 7 y 9 millones de venezolanos que votaron con sus pies, es decir, se salieron de esa situación tan pavorosa que viven», denunció Chávez.