La exalcaldesa de Managua y nueva embajadora orteguista ante el régimen de Nicolás Maduro, en Venezuela, Daysi Torres, presentó este martes las cartas que la acreditan como la representante del dictador Daniel Ortega ante el dictador venezolano.
Torres, fue designada por Ortega en ese cargo diplomático el pasado 24 de marzo, mediante el acuerdo presidencial 33-2023, publicado en el diario oficial La Gaceta.
La nueva embajadora de la dictadura de Nicaragua fue recibida por Maduro en la Casa de Miraflores, sede de aquel Gobierno, y sin mayores discursos, más que con el protocolo establecido para esos fines, presentó los documentos que la dejan acreditada en el cargo.
Torres, es de profesión periodista y ejerció su carrera en el aparato propagandístico de Ortega durantes la época del «gobierno desde abajo» del sandinismo. Tras su regreso al poder en 2007, fue designada como vicealcaldesa y luego como alcaldesa de Managua, aunque sin mayor trascendencia, pues nunca ejerció autoridad en su puesto edilicio, por lo que su cargo fue catalogado como «decorativo».
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El nombramiento de Torres, que está debutando en la diplomacia sin formación profesional para ello, es parte de una serie de movidas en su cuerpo diplomático que ha realizado Ortega en los últimos meses, tratando de ubicar a sus fichas leales ante los gobiernos totalitarios como la misma Venezuela, Cuba, Rusia, Irán y China, los aliados del dictador de Nicaragua.
En la arena diplomática, Ortega ha dado bandazos tras bandazos peleándose con antiguos aliados y vecinos como Taiwán, con quien rompió relaciones diplomáticas y le confiscó sus bienes en el país, también se ha peleado con Chile, Colombia, Costa Rica, México, Estados Unidos, la Unión Europea y otros.
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Su figurativa carrera política comenzó en el 2008 cuando fue «electa» en unas cuestionadas elecciones municipales como vicealdesa y compañera de fórmula de la leyenda del boxeo mundial Alexis Argüello.
Tras el extraño fallecimiento de Argüello, en julio de 2009, Torres fue nombrada alcaldesa y se quedó en ese cargo para culminar el periodo del fallecido boxeador y un periodo más.
Luego de culminar, sin pena ni gloria, su cargo en la alcaldía capitalina fue enviada a «la sombra» para reaparecer en las votaciones nacionales del 2021, con el cargo de presidenta departamental del Consejo Electoral, puesto desde el cual contribuyó a avalar el fraude con el que su jefe, el dictador Ortega se impuso para un cuarto periodo consecutivo en el Gobierno.