Tras los constantes ataques a la comunidad Mayangna Sauni As, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ampliar las medidas provisionales en el Asunto «Pobladores de las Comunidades del Pueblo Indígena Miskitu de la Región Costa Caribe Norte respecto de Nicaragua», con el objetivo de incluir a los pobladores de Musawas y Wilú.
La CIDH ha realizado esta solicitud porque considera que «los pobladores de las comunidades identificadas se encuentran en una situación de extrema gravedad y urgencia de daños irreparables a sus derechos».
Asimismo, el organismo precisó que «el 13 de febrero de 2022, otorgó medidas cautelares a favor de los pobladores de las comunidades Musawas y Wilú. Pese a las solicitudes de la CIDH para obtener información del Estado, no se recibió respuesta sobre medidas adoptadas para atender la situación de riesgo».
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La entidad defensora de derechos humanos además denunció que han ocurrido «graves hechos de violencia en las comunidades Musawas y Wilú, consistentes en amenazas de muerte, secuestros, presencia de terceros fuertemente armados en busca de apropiarse de las tierras de la comunidad y, recientemente, el asesinato violento de miembros de la comunidad por parte de terceros, denominados «colonos», lo que llevó al desplazamiento forzado de pobladores de las comunidades».
«La presencia de los colonos generaría una fuerte presión territorial hacia la comunidad, quien se vería impedida de acceder a determinadas zonas del territorio. Todo ello en el contexto de reivindicación de los territorios ancestrales del pueblo indígena Miskitu y Mayangna Sauni As y los procesos de saneamiento que tienen lugar en dicha zona», señaló.
Estado nicaragüense ausente
La CIDH también expuso que el Estado nicaragüense es el más ausente en este «contexto de severa conflictividad» entre los pobladores del territorio Mayangna y los colonos, debido a que la dictadura orteguista ha mantenido una postura hermética sobre esta situación, que ni siquiera con las resoluciones del organismo ha tomado cartas en el asunto.
Por lo tanto, la entidad prevé que las situaciones de conflictos «como las informadas podrían volver a ocurrir. Esto incluye la destrucción acelerada de sus fuentes de subsistencia de las comunidades, así como la afectación irreparable a su identidad cultural como resultado del abandono de sus territorios ancestrales y la pérdida de vida comunitaria».
«La Comisión considera que los derechos de los pobladores de las comunidades indígenas Musawas y Wilú se encuentran en una situación de riesgo extremo en el marco del contexto de reivindicación de territorios ancestrales», reiteró.
«Conforme a lo dispuesto en el artículo 63.2 de la Convención Americana y el artículo 27 del Reglamento de la Corte IDH, la Comisión solicitó a la Corte que ordene al Estado proteger y garantizar la vida, integridad personal y territorial e identidad cultural en favor los miembros de las comunidades Musawas y Wilú, así como a las personas que hayan tenido que abandonar las comunidades y deseen regresar», agregó.