El expresidente de Costa Rica Carlos Alvarado señaló, durante un foro virtual organizado por la Unidad Azul y Blanco, celebrado este viernes, 21 de abril, la importancia de la comunidad internacional frente a la crisis sociopolítica y económica que atraviesa Nicaragua a manos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Referente al financiamiento económico con el que goza Nicaragua por parte del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Alvarado indicó que la situación que atraviesa el país se le debe de exponer a los presidentes de cada país que integran el organismo financiero regional para que «ellos decidan si como representantes legítimos de esos pueblos están de acuerdo o no que contribuyan con un régimen que es dictatorial».
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Por su su parte el investigador Manuel Orozco, quien también participó en el foro, indicó que es realmente moral, económica y políticamente indefendible que el BCIE esté concediéndole préstamos al régimen de Ortega. «El 80% de los préstamos a Nicaragua vienen del BCIE», afirmó.
El experto explicó que para presionar y evitar que se siga financiando a Ortega, el enfoque debe de ser «multidimensional y multiinstitucional a más de 15 instituciones y trabajar con al menos 10 países en el mundo para presionar a Nicaragua, pero se requiere tener la decisión específica».
El silencio de la comunidad internacional es cómplice
Por otra parte Alvarado hizo hincapié en que los otros países centroamericanos y los «observadores» como Argentina, Colombia, España o Corea, son parte del capital.
«La pregunta es ¿qué tenemos que decir los países en democracia sobre lo que pasa —en Nicaragua—?». Además señaló que es necesario recibir una respuesta de estos países, «porque el silencio o incluso el pragmatismo es cómplice».
También dijo que es importante orientar de forma constante a ejercer acciones democráticas en pos de procurar un cambio democrático que ayude a la población nicaragüense.
Auditoria al BCIE
Referente a la supervisión de préstamos a Nicaragua, Manuel Orozco refirió que es necesario tomar la oferta de (Dante) Mossi de trabajar con Alberto Brunori, de Naciones Unidas, ya que esa organización solicita una auditoria al BCIE para saber si está cumpliendo con las normas.
«También se deben de agarrar los préstamos que se les han dado a Nicaragua y ver si realmente hay cumplimiento a las notas contractuales que existen en cada uno de sus prestamos en relación con diferentes elementos y casi todos los elementos contractuales tienen componentes sobre corrupción, lavado de dinero, así como también desarrollo social», subrayó.
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Destacó que el Banco de Integración Centroamericana ha afirmado que suscribe las metas de desarrollo sostenible de Naciones Unidas, como sus indicadores de cumplimiento legal para la aprobación de préstamos, «pero en el punto 17 de Derecho Sostenible de las Naciones Unidas es sobre un estado de derecho, justicia y paz, entonces el rendimiento de cuentas es fundamental».
«Hay que tomarle la palabra que Dante Mossi ha dado de trabajar con Naciones Unidas y la auditoría es la línea de base con la que se puede trabajar, pero no da cursos de derechos humanos, ya que no me van a dar atol en el dedo», enfatizó.
Ante este tema, Alvarado recordó que se debe de tomar en cuenta que el BCIE, es «un motor» de desarrollo para la región, sin embrago subrayó que Nicaragua es uno de los países que tiene altos niveles de migración, violencia y pobreza en el mundo.
«Entonces uno se pone a pensar en el banco y todo lo que maneja, porque el banco no es un banco de asistencia, el banco lo pagan los contribuyentes centroamericanos», dijo.
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Remarcó que «uno pensaría que se debería manejarse bajo el principio de austeridad y transparencia, porque se debe a todas esas personas y sobre todo a las más vulnerables (…) Entonces bajo ese principio, primero creo que el banco debería operar bajo esos criterios y lo digo con autoridad moral porque cuando fui presidente (de Costa Rica), mis representantes (…) pelearon porque se hicieran transparentes todas las transferencias del banco, incluso a sus directivos, puestos por cada presidentes de cada país, que ganan una cantidad que es superior, incluso a la que ganan directivos de otros bancos más grandes, de otras zonas más desarrolladas»
El exmandatario insistió que la comunidad internacional tienen un papel de observar, acompañar y auspiciar los esfuerzos para que Nicaragua consiga retomar el camino democrático.
«Muchas veces cuando escuchamos el clamor que la comunidad internacional haga algo, tenemos que fijar la expectativa que ese algo sea levantar la voz y aplicar unos instrumentos de derechos humanos para contribuir a enmendar el camino», concluyó.