Los comités de Relaciones Exteriores del Senado y el Congreso de Estados Unidos han solicitado a los presidentes de El Salvador, Guatemala, Honduras y Costa Rica que detengan el financiamiento que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) otorga al régimen nicaragüense de Daniel Ortega.
El presidente del BCIE, Dante Mossi, explicó que los directores del banco, que representan a los países miembros, son quienes aprueban o rechazan los préstamos para la ejecución de los diversos proyectos que Nicaragua solicita a la entidad nacional internacional.
Los senadores y congresistas señalan que se debe «aumentar la transparencia y el escrutinio de los préstamos del banco al Gobierno de Nicaragua».
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«Ante los crímenes de lesa humanidad perpetrados por el régimen Ortega-Murillo, instamos a su país a aprovechar su liderazgo como miembro fundador del BCIE para garantizar que los préstamos del banco no perpetúen la consolidación de la dictadura de Nicaragua», señala la carta enviada a los presidentes de Centroamérica.
El BCIE es el principal «patrocinador» de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En los últimos años, el financiamiento de este ente regional pasó de representar el 21.39 % del Programa de Inversión Pública (PIP) en 2017 a 39.14 % en 2022. En total han desembolsado 3,500 millones de dólares en cinco año para Nicaragua.
Los políticos norteamericanos explican que a inicios de este mes un equipo de investigación de las Naciones Unidas concluyó que el régimen de Ortega-Murillo estaba cometiendo abusos generalizados contra el pueblo nicaragüense que equivalían a crímenes de lesa humanidad.
«… al describir las atrocidades que ocurren en Nicaragua, un investigador de la ONU comparó la campaña sistemática de ejecuciones extrajudiciales, tortura, detención arbitraria y persecución política de Daniel Ortega con los crímenes cometidos por el régimen nazi en Alemania», destacan.
«El 10 de marzo, el Papa Francisco comparó de manera similar la brutalidad del régimen de Ortega-Murillo con la de la dictadura de Hitler”. Estas impactantes caracterizaciones de la situación en Nicaragua subrayan la urgencia de poner fin a un enfoque de ‘negocios como siempre’ con el régimen de Ortega-Murillo», añaden.
Además, animan a los presidentes centroamericanos que usen su voz y voto para suspender el financiamiento de su régimen criminal.
«No tomar tales medidas para abordar los préstamos a un gobierno acusado por las Naciones Unidas de crímenes de lesa humanidad resta valor al importante trabajo de desarrollo del BCIE en sus países y corre el riesgo de socavar la reputación internacional del banco», concluyen.