Estados Unidos inculpó este viernes a Los Chapitos, hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, por tráfico de fentanilo, y a proveedores chinos de precursores químicos necesarios para fabricar este opiode que causa estragos en el país.
“El Departamento del Justicia ataca todos los aspectos de las operaciones del cártel” de Sinaloa, informó el fiscal general Merrick Garland en una rueda de prensa en la que dio cuenta de una investigación sobre el tráfico de fentanilo que se saldó con decenas de acusados.
La justicia presenta cargos contra “los líderes del Cartel (de Sinaloa), conocidos como ‘los Chapitos'”, dijo.
“Dos de los acusados, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, son líderes del Cartel, junto con Ovidio Guzmán López, imputado en una acusación separada, también revelada hoy, por su papel en actividades de fabricación y tráfico para el Cartel”, detalló.
En la acusación formal figura el nombre de otro “Chapito”, Joaquín Guzmán López.
Paralelamente el Departamento de Estado ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por la captura de Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
La operación apuntó además a proveedores en China de precursores químicos, un intermediario con sede en Guatemala que compra estas sustancias en nombre del cártel, operadores de los laboratorios clandestinos en México donde se fabrica fentanilo, un proveedor de armas, miembros del cartel “que aterrorizan a las comunidades” y varios implicados en lavado de dinero, detalló Garland.
– Crisis de opioides –
Ocho de esos acusados están detenidos y “pediremos su extradición a Estados Unidos para enfrentar cargos en un tribunal federal”, dijo, y añadió que trabaja “estrechamente” con el gobierno de México.