López Obrador dijo que consultará a médicos y científicos mexicanos sobre la viabilidad de su planteamiento, antes de tomar cualquier decisión.
“Que analicen la posibilidad de que podamos sustituir el fentanilo con fines médicos por otros analgésicos para dejar de usarlo”, señaló el mandatario izquierdista en su conferencia de prensa diaria.
“Y esto mismo, si lo hacemos en México, vamos a pedir que lo hagan en Estados Unidos, que también lo prohíban para usos médicos”, añadió.
López Obrador considera que la proscripción de las importaciones -que se realizan fundamentalmente desde Asia- facilitaría la lucha anticontrabando, pues se reduciría el riesgo de que la sustancia sea desviada a falsos laboratorios farmacéuticos, como según él ocurría antes de que entregara a los militares el manejo de puertos y aduanas.
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La propuesta surge en momentos en que la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) pide al gobierno mexicano “hacer más” contra el fentanilo, droga sintética 50 veces más potente que la heroína y a la que solo en 2022 se atribuyeron 70.000 muertes por sobredosis en ese país.
López Obrador también lanza esta iniciativa en medio de su rotundo rechazo a la idea de congresistas republicanos de que los cárteles mexicanos sean declarados terroristas y que el Ejército estadounidense pueda perseguirlos dondequiera que estén.
Los reclamos desde Washington subieron de tono tras el secuestro, el 3 de marzo, de cuatro estadounidenses en la ciudad mexicana de Matamoros (frontera norte), dos de los cuales murieron en manos de sus captores, presuntos narcotraficantes. Los cuatro ya fueron repatriados.
“No están haciendo su trabajo los legisladores, las autoridades de Estados Unidos, porque no están atendiendo las causas, no hay programas de atención a los jóvenes” consumidores de drogas en ese país, acusó el gobernante este miércoles.
A su juicio, México está haciendo más contra el tráfico de fentanilo que Estados Unidos, una situación de la que culpó a políticos y legisladores de ese país, con el que México comparte una agitada frontera de 3.200 km.
Según el gobierno, las autoridades mexicanas incautaron seis toneladas de esa droga -que los traficantes suelen mezclar con otros estupefacientes- desde 2018.
En cambio, en Estados Unidos “no se sabe de decomisos ni de detenciones a los que se dedican a su distribución. Ni siquiera hay difusión en los medios del daño que causa el fentanilo”, sostuvo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador propuso este miércoles que México y Estados Unidos prohíban el uso de fentanilo con fines médicos, como parte del combate al tráfico y consumo de ese mortífero opioide.
López Obrador dijo que consultará a médicos y científicos mexicanos sobre la viabilidad de su planteamiento, antes de tomar cualquier decisión.
“Que analicen la posibilidad de que podamos sustituir el fentanilo con fines médicos por otros analgésicos para dejar de usarlo”, señaló el mandatario izquierdista en su conferencia de prensa diaria.
“Y esto mismo, si lo hacemos en México, vamos a pedir que lo hagan en Estados Unidos, que también lo prohíban para usos médicos”, añadió.
López Obrador considera que la proscripción de las importaciones -que se realizan fundamentalmente desde Asia- facilitaría la lucha anticontrabando, pues se reduciría el riesgo de que la sustancia sea desviada a falsos laboratorios farmacéuticos, como según él ocurría antes de que entregara a los militares el manejo de puertos y aduanas.
La propuesta surge en momentos en que la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) pide al gobierno mexicano “hacer más” contra el fentanilo, droga sintética 50 veces más potente que la heroína y a la que solo en 2022 se atribuyeron 70.000 muertes por sobredosis en ese país.
López Obrador también lanza esta iniciativa en medio de su rotundo rechazo a la idea de congresistas republicanos de que los cárteles mexicanos sean declarados terroristas y que el Ejército estadounidense pueda perseguirlos dondequiera que estén.
Los reclamos desde Washington subieron de tono tras el secuestro, el 3 de marzo, de cuatro estadounidenses en la ciudad mexicana de Matamoros (frontera norte), dos de los cuales murieron en manos de sus captores, presuntos narcotraficantes. Los cuatro ya fueron repatriados.
“No están haciendo su trabajo los legisladores, las autoridades de Estados Unidos, porque no están atendiendo las causas, no hay programas de atención a los jóvenes” consumidores de drogas en ese país, acusó el gobernante este miércoles.
A su juicio, México está haciendo más contra el tráfico de fentanilo que Estados Unidos, una situación de la que culpó a políticos y legisladores de ese país, con el que México comparte una agitada frontera de 3.200 km.
Según el gobierno, las autoridades mexicanas incautaron seis toneladas de esa droga -que los traficantes suelen mezclar con otros estupefacientes- desde 2018.
En cambio, en Estados Unidos “no se sabe de decomisos ni de detenciones a los que se dedican a su distribución. Ni siquiera hay difusión en los medios del daño que causa el fentanilo”, sostuvo.