Los excarcelados políticos desterrados a Estados Unidos por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo enfrentan diversas dificultades para vivir y adaptarse a su nuevo entorno, denunció la comandante guerrillera y parte de ese grupo de apátridas, Dora María Téllez, ante la Delegación para las Relaciones con los Países de Centroamérica del Parlamento Europeo.
La excarcelada política en el destierro manifestó que «una gran parte de los 222 ex presos políticos liberados el 9 de febrero no va a poder sostenerse en el corto plazo», refirió sobre las condiciones tras luego de el destierro impuesto por la dictadura .
«Estamos repartidos en diferentes estados de Estados Unidos, unos en mejores condiciones que otros, algunos tienen familiares, otros no tienen a nadie, en condiciones de alojamiento de corto plazo, condiciones que pueden volverse precarias», manifestó.
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Sobre los países que han ofrecido ciudadanía como España, Colombia, Ecuador, Argentina y Panamá, la excarcelada indicó que ese ofrecimiento «no va aparejada con el reconocimiento de una condición de vulnerabilidad en la que están la mayoría de los presos políticos que salimos (desterrados) para Estados Unidos».
«La visa humanitaria que les otorgó Estados Unidos no es la condición de refugiado, que les permitiría a las personas que están en peor condición, una vez identificada, recibir algún apoyo para su reincorporación, para su reinserción en la sociedad estadounidense», afirmó la comandante guerrillera.
Téllez explicó que en ese grupo de desterrados hay cerca de 40 adultos de la tercera edad y que la mayoría de esos opositores no tienen un segundo idioma como el inglés, lengua importante para lograr una reinserción en la comunidad norteamericana, situación que puede ser «compleja».
El régimen de Nicaragua desterró a 222 personas presas políticas el pasado nueve de febrero a Estados Unidos. A todos les despejó de su nacionalidad nicaragüense dejándolos apátridas, aunque unos días antes les había extendido un pasaporte del país centroamericano vigente por 10 años.
Esa señora vive mejor que lo que fuimos víctimas del sandinimo de la época de los ochentas salimos sin un solo centavo caminamos semanas para llegar donde hoy ella está mientras q ella en dos horas cuarenta y cinco minutos está gozando de todo tipo de ayuda y nosotros pasamos hambre frío y tampoco hablamos el idioma por culpa de ella y los famosos 9 comandantes