Luego de la misa en acción de gracias por la liberación de 222 exreos políticos, celebrada el domingo, 19 de febrero, en Catedral Metropolitana de San José, Cosa Rica; el padre Germán Rodríguez, prefecto del templo, expresó su cercanía para con la Iglesia católica de Nicaragua, que desde 2018 ha sido víctima de una fuerte ola represiva por parte del régimen de Daniel Ortega.
«Somos hermanos en Cristo. La Iglesia es una sola y por supuesto que nos solidarizamos con nuestros pastores —porque— nos parece un injusticia la situación que están viviendo algunos de ellos —tres sacerdotes presos—», señaló el religioso.
Indicó que como «siervos de Cristo» lo único que hacen como sacerdotes es «anunciar un evangelio de paz, de justicia, de amor, de perdón, caridad; y que por esa razón se nos persiga o se nos calumnie no está bien y menos que unos hermanos nuestros estén prisioneros como si hubieran hecho un gran delito».

«Hay muchos delincuentes que andan en la calle y aquellos que hacen el bien estén en prisión, ciertamente no es justo (…) por eso oramos por nuestros pastores y Dios quiera que pronto haya una esperanza en ellos para que estas situaciones de opresión e injusticia no se den», agregó el padre Rodríguez.
«Hay que orar por quienes nos persiguen»
En cuanto al régimen de Daniel Ortega que no detiene su persecución contra la Iglesia católica de Nicaragua , el prefecto aconsejó que «hay que orar por quienes nos persiguen y que se comportan como enemigos».
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«Hay que orar por aquellos que no viven con coherencia y que nos hacen el mal (…) de tal manera que ni el odio ni el rencor ni la violencia es el camino que Cristo quiere, sino que ante esa realidad oramos por la conversión de ellos —la dictadura de Ortega— y que algún día se dejen tocar por la gracia del Espíritu y que descubran que hay acciones y palabras que nos correctas», enfatizó.
«Condena a monseñor Álvarez es muy injusta»
Referente a la condena de 26 años de cárcel más la pérdida de la nacionalidad en contra de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, el religioso calificó la sentencia de «injusta».
Además dijo que como Iglesia respetan la decisión de monseñor Álvarez de no dejar Nicaragua y preferir seguir en el país, pese a la arremetida de la dictadura de Ortega. «Es muy duro que saquen a uno de la tierra que uno ama sin motivo (..) pero el corazón de monseñor está con su tierra, con su gente, por eso no sintió que la salida era irse y mejor quiso estar con su tierra ese a la situación en que se encuentra», apuntó.
Gutiérrez llamó al pueblo nicaragüense a seguir unidos en oración «y que siempre se busque la paz, el entendimiento, diálogo y que siempre se busquen ideales cristianos, que no nos dejemos dominar por ideologías y por modas que pasan».
Luego de la misa celebrada ayer domingo, un grupo de opositores exiliados en Costa Rica realizó un breve plantón donde demandaron frente al parque central de Costa Rica donde demandaron la libertad de monseñor Álvarez y la de los más de 30 presos políticos que aún están en cautiverio en las diferentes cárceles del país.
No fue por el evangelio de la paz, sino por animar a la guerra, a la violencia, asesinatos, por guardar armas en las iglesias, informense bien sino quedan en ridículo hablando de lo que no saben