Sacerdotes y vicarios que fueron desterrados junto a 222 presos políticos a Estados Unidos, celebraron una misa de acción de gracias por su liberación. El evento religioso se celebró el sábado, 11 de febrero, en la Parroquia San Marcos Evangelista en Maryland, Estados Unidos.
Los religiosos pidieron orar por Nicaragua y por la liberación de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, condenado por la justicia e Ortega a 26 años de cárcel.
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«Es un gran honor y satisfacción estar aquí con ustedes, no solo porque ya gozamos de libertad, sino también porque podemos compartir este banquete», expresó el padre Ramiro Tijerino, rector de la Universidad Juan Pablo II y encargado de la parroquia San Juan Bautista, quien presidió la misa.
El prelado agradeció además «las oraciones» de los fieles católicos «por gozar de esta libertad que es un don tan preciado; nunca dejen que las quiten, tanto la libertad física, como la libertad espiritual, libertad de ser nosotros mismos, de expresarnos», exhortó el religioso.
«Oramos por todos los presos políticos, por los 222 hermanos que fueron liberados, hace apenas dos días, pedimos por aquello que el Señor les tenga preparado-, estamos buscando donde ir».
Los religiosos también dieron gracias al Señor por el gobierno de Estados Unidos que «nos ha acogido, nos ha abierto las puertas y atendido maravillosamente».
Oran por la paz de Nicaragua y libertad de monseñor Álvarez
Tijerino indicó que la misa se dedicó para orar por sus familias que están en Nicaragua. «Como ustedes saben, no están tranquilos, no están gozando de paz, la paz es fruto de la justicia y donde no hay justicia no hay paz».
Manifestó que algunos de los religiosos tendrán «la dicha» de encontrarse con algunos de sus familiares, «pero tenemos otros que quedan en nuestra patria».
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De una manera muy especial, los religiosos excarcelados pidieron por Nicaragua y por monseñor Rolando Álvarez. «El Señor le esté dando fortaleza, como nos ha dado a lo largo de este tiempo que estuvimos presos; yo sé que el Señor lo sigue fortaleciendo, le sigue dando esa fuerza y esa valentía para seguir proclamando el evangelio, allí en esas circunstancias», indicó el padre Tijerino.
Los otros religiosos desterrados por la dictadura de Ortega que estuvieron en la misa de acción de gracias fueron el padre Óscar Benavidez, párroco de la iglesia Espíritu Santo, de Mulukukú, Región Autónoma de la Costa Caribe Norte, condenado a 10 años de cárcel, por los presuntos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense.
También estuvieron presentes el el primer y segundo vicario de la catedral San Pedro, de Matagalpa, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, todos presos por más de seis meses en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocido como «El Nuevo Chipote», en Managua.
Asimismo asistieron Melkin Centeno Sequeira, el camarógrafo de la Diócesis de Matagalpa Sergio Cárdenas y Manuel Obando, periodista de confianza de monseñor Álvarez.
Todos los religiosos presentes en la misa de acción de gracias habían sido condenados a 10 años de prisión por supuesta conspiración y menoscabo a la patria, sin embargo el nueve de febrero fueron expulsados de Nicaragua y anulada su nacionalidad, sin embargo ahora libres siguen ejerciendo su ministerio y pidiendo por la libertad de los nicaragüenses.