El preso político y exaspirante presidencial Juan Sebastián Chamorro «está fuerte de espíritu», informaron fuentes anónimas a Artículo 66 tras la visita autorizada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo para los rehenes de conciencia del pasado 30 y 31 de enero de 2023.
«Está menos delgado y tiene mejor color (de piel), no tiene enfermedades, aparentemente pero no lo ha visto ningún doctor», denunciaron las fuentes a este medio de comunicación.
Chamorro ha permanecido detenido en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas como «El Chipote», desde su captura el ocho de junio de 2021, en la víspera de las elecciones presidenciales de ese año.
«Mi esposo Juan Sebastián Chamorro ha pasado 600 días injustamente encarcelado y está condenado por un delito que no cometió. Él debe ser liberado de inmediato porque es inocente», denunció su esposa Victoria Cárdenas en su cuenta de Twitter.
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Chamorro fue condenado a 13 años de prisión bajo un juicio que, según su abogado internacional Jared Genser, estuvo lleno de irregularidades. Durante el proceso, la Fiscalía presentó a 27 agentes de la Policía como testigos en contra de Chamorro y otros seis presos políticos. La única prueba que se les imputaba era su participación en un grupo de WhatsApp y unas entrevistas en televisión.
Por su parte, el preso político expresó su inocencia, afirmando que «solo Dios, la historia y mi país, Nicaragua, me pueden juzgar. Estoy en paz, tengo fe y esperanza porque sé que Dios y los nicaragüenses saben que soy inocente», dijo con aplomo luego de escuchar el fallo de culpabilidad en su contra.
El 30 de agosto de 2022, Juan Sebastián Chamorro fue presentado en los Juzgados de Managua; en las imágenes difundidas por los medios de propaganda de la dictadura, se mostró con el estado físico deteriorado debido a las condiciones de encierro a las que es sometido, junto a los demás presos políticos, desde las celdas de «El Nuevo Chipote».
El empresario es parte de la lista de más de 230 opositores encarcelados y condenados por la justicia de Daniel Ortega y Rosario Murillo, imputándoles delitos comunes o por supuesta «traición a la patria».
