El Santuario Diocesano Nuestra Señora de Candelaria en Diriomo, Granada, lamentó que por tercer año consecutivo la imagen de la virgen de Candelaria no pudo salir a recorrer las principales calles de la zona.
En el año 2021 y 2022, la pandemia del COVID-19 frenó las celebraciones en honor a la santa patrona de Diriomo, sin embargo este año 2023, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo impidió que la virgen saliera de su templo, debido a que la pareja presidencial mantiene prohibido realizar procesiones a nivel nacional.
El régimen orteguista no da tregua y continúa atacando a la Iglesia católica. El derecho a la libertad de culto y la libre movilización están siendo violadas por las autoridades nicaragüenses.
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«Las circunstancias nos obligan a no poder cumplir un año más con el gesto de peregrinar hacia este lugar con amor y devoción, pero no nos impide a seguir dando gracias a la Virgen por los favores obtenidos por su intercesión siendo, ante todo, prudentes y visitándola en su templo, que es también, casa nuestra», se lee en la página de Facebook del Santuario Diocesano
Cada primero de febrero, la imagen de la virgen de Candelaria salía en procesión desde la Iglesia del pueblo hasta la línea limítrofe entre Diriomo y Granada conocido como «La raya», adonde peregrinaban miles de personas con velas en sus manos y al ritmo de marimbas. Esta actividad religiosa tiene más de 180 años de realizarse.
Los agentes policiales le informaron de manera verbal a las autoridades del Santuario Diocesano que la salida en procesión de la venerada imagen está prohibida por lo que ellos catalogan «un asunto de seguridad».
Según fuentes cercanas a la Iglesia católica, las autoridades policiales del municipio confirmaron que la orden proviene de Managua como ha transcurrido en el departamento como Masaya.
La negativa del régimen ha sido impuesta anteriormente en Managua, Matagalpa y Masaya. En esas ciudades no pudieron realizarse procesiones de la Virgen peregrina de Fátima, Virgen de La Merced, San Miguel Arcángel y San Jerónimo, respectivamente. La prohibición de estas actividades cristianas se da bajo un contexto de persecución religiosa en Nicaragua.