Intrigas, secretismo, tensión y rumores gobiernan entre las organizaciones religiosas de la Diócesis de la Iglesia católica en Occidente, luego que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo prohibiera el ingreso al país a monseñor Rodrigo Urbina, párroco de Sutiaba.
«¿Pudo el obispo de esta Diócesis, René Sándigo, un hombre criticado por estar bien conectado con el régimen, evitarlo?» Esta pregunta se la hacen los feligreses en los pasillos de las parroquias. Ayer, 31 de enero, en una reunión con el clero, la que está programada para el último martes de cada mes, se incluyó el tema del destierro de monseñor Urbina, además de aproximadamente 20 puntos sobre las actividades mayores del año 2023.
«En esta reunión, se encargaron de hablar de la ley ciberdelitos que pena las noticias falsas, algunos sacerdotes ya lo han interpretado como una amenaza para aquellos que den información a medios de comunicación», indicó una fuente ligada al clero. «Y claro se lamentó lo de monseñor Urbina», señaló la fuente.
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Por la mañana, en los alrededores de Catedral hubo una fuerte presencia policial y restricción de ingreso al patio principal, el área reservada para las reuniones ordinarias y extraordinarias de la diócesis. Eso les pareció muy sospechoso.
Aunque no hay aún muchos detalles, se sabe que el destierro de monseñor Rodrigo Urbina, presbítero de la Parroquia San Juan Bautista, de Sutiaba en León, ha creado tensiones y desconfianza en el obispo Sándigo, pues aunque la orden fue dada por el régimen sandinista, creen que el religioso pudo evitarlo.
«No se entiende. Si esta Diócesis supuestamente se lleva con el régimen, creemos que el obispo Sándigo pudo haberlo sabido antes y quizás hasta evitarlo. Monseñor Urbina era muy querido en su parroquia y el obispo guarda silencio sobre el tema», reclama un feligrés.
¿Obispo censura a sacerdotes y feligreses?
Hace unas semanas, también se conoció que en una reunión con los sacerdotes se abordó sobre supuestas filtraciones a medios de prensa sobre la vida lujosa del obispo Sándigo y sus relaciones con funcionarios de la dictadura. Además, que el religioso prohibió abordar temas políticos; y la situación de los sacerdotes condenados, así como llamar a no medir fuerzas con la Policía por la prohibición de las actividades religiosas y procesiones.
«Rodrigo Urbina es sobrino del fallecido Bosco Vivas Robelo, quien fue un obispo admirado y aceptado por las comunidades eclesiales. Urbina ha sido una sombra sobre la gestión del obispo Sándigo, no le gusta que lo comparen con su antecesor y la presencia de monseñor (Urbina) se lo recordaba siempre. El destierro es lo mejor que pudo pasarle al obispo», acusa otra fuente.
Monseñor Urbina: «¡No podemos ser cómplices!»
Monseñor Rodrigo Urbina, quien intentó retornar al país desde el aeropuerto de Miami, el pasado viernes 27 de enero, dijo en una predica compartida a algunos feligreses de su parroquia que «hay que luchar entre el bien y el mal que no se puede negar».
«No podemos ni debemos ser cómplices y aliados del mal. ¡Con qué facilidad escuchamos la tentación y muchas veces como niños ambiciosos caemos en las redes del mal! y a los que más sacude satanás es a los sacerdotes y muchas veces nos hacemos cómplices de ese mismo enemigo, cuando le damos la espalda a Cristo llevando una vida doble y no cumpliendo a lo que nos hemos comprometido ante Dios, vivir de frente con la verdad», fue parte del mensaje de Urbina desde su destierro.
Tras conocerse la noticia, las comunidades de Sutiaba reaccionaron indignadas por lo que pidieron de inmediato un despacho con el obispo Sándigo en busca de una reacción a las drásticas medidas tomadas contra Urbina. Pero nada consiguieron.
Obispo en silencio
La Diócesis de León celebró el domingo, 29 de enero, la fiesta patronal de la Parroquia Dulce Nombre de Jesús, El Calvario, en los departamentos de León y Chinandega. La homilía estuvo a cargo del obispo Sándigo, quien calló sobre al exilio forzado de monseñor Rodrigo Urbina.
En las redes sociales de la diócesis, las críticas se dispararon. «Es una pena que no dice nada el obispo sobre lo que está viviendo la iglesia. Se hace el ciego, sordo y mudo. Pensó que por andar de «amigo» de Ortega y la Policía no iba a pasar nada a los sacerdotes de la Diócesis de León», reclamó un feligrés en Facebook.
Una fuente cercana a la Diócesis dejó entrever que el obispo Sándigo nombraría al presbítero Enrique Molina como párroco de Sutiaba. «Molina es de origen español y muy cercano a Sándigo, y si algo necesita ahora el obispo es aliados».
Molina participa actualmente en un encuentro de misioneros en el Perú, dirige la parroquia de San Sebastián desde hace dos años. La misma fuente reveló que en el ingreso de monseñor Rodrigo Urbina a Nicaragua, pudo pesar que se negaba a un traslado a una parroquia en una comunidad al norte del occidente del país.
Por Voces Unidas
